
desprendiéndonos, hacia la libertad,
así de simple...
somos humanos anestesiados,
enredados, entre sueños de girasol y deseos de aire.
patinando a través de nuestras ilusiones.
Circulamos entre avenidas, donde todo parece irreal,
a un costado, la flor de cartón revela nuestra lúcida soledad, las brujas de nuestro hospicio.
Y cada uno es su propio Lucifer, esfumado entre las sombras del recuerdo.