
Los ojos cansados de no dormir
Una sonrisa picara, los labios cortados.
Detrás de la ventana se ocultaba el frío.
Los cuerpos húmedos.
Los vecinos advirtieron no haber visto a nadie en 6 días.
Estaban amotinados.
El rimel corrido
Las velas apagadas en el piso
La ducha, el jabón.
Los cabellos chorreando y compartían la toalla celeste.
Teléfono desconectado, y la música placentera.
El te.
Una sonrisa picara, los labios cortados.
Detrás de la ventana se ocultaba el frío.
Los cuerpos húmedos.
Los vecinos advirtieron no haber visto a nadie en 6 días.
Estaban amotinados.
El rimel corrido
Las velas apagadas en el piso
La ducha, el jabón.
Los cabellos chorreando y compartían la toalla celeste.
Teléfono desconectado, y la música placentera.
El te.
2 comentarios:
Estábamos invitados...
(a tomar
el
té).
realemente bueno lo que escribis.
un poco romanticos, un poco atrevidos.logran atraparme en la lectura.
continua asi
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