green

La noche

Viernes 2 am.

Un grupo de amigos se encuentra en el playón de la costa marplatense, frente al monstruosamente lujoso hotel Costa Galana, tomando gancia con sprite de adentro del envase plastico. También tienen fernet con coca, algunas cervezas, de las cuales debieron pagar envase y unos gudang (cigarrillos de clavo de olor y poco tabaco, importados de $25 el atado de 20).
Ríen, están alcoholizados, dos corren hacia la playa, luego se quitan la ropa y se meten al mar en calzoncillos, esto ocurre en una noche de invierno con 7 grados.
Aseguro que mañana estarán con pulmonía.
Salen de alli, se secan y cuando se les pasa un poco la euforia, van hacia el Mc.Donalds de la costa. Comen unos big mc y se van para los bares de Alem.
Entran en Mr. Jones, intercambian un par de pastillas, y después de unas copas, van caminando a la casa de uno. Fuman un par de “porros” y llaman a Bahia Delivery a que les traiga mas alcohol, cigarrillos y golosinas.
Al dia siguiente amanecen con “resaca” y se van a sus hogares.
Uno de ellos reside en el barrio los troncos y va caminando.
Otro toma prestado el skate de su amigo, y si dirige por la costa, pasando Manolo, el parque San Martin, el Casino, hasta el barrio La Perla.
Y un tercero toma un taxi hasta un departamento en la galería Sao, en la peatonal marplatense.
Duermen todo el día

testigo

Miro por la cerradura,
Mis ojos verdes en el agujero de la cerradura
Mi pupila que divisa
Empiezo a sentir calor por todo el cuerpo,
Me sudan las manos.
El pulso se acelera.
Mi respiración se entrecorta, agitada
Imito
Imito a esos cuerpos que veo por el agujero de la cerradura
Soy testigo de su affair
Los cuerpos perfectos en su imperfección
Se manosean
Se sienten
Se palpan
Se desean
No se aman
Una luz amarillenta ilumina la escena
El humo del sahumerio no me deja ver
Y cuando este se va, apagan las luces
Ahora solo los sonidos de placer que salen de sus bocas
No hablan
Permanezco inmóvil, detrás de la puerta.
Ella se pone los zapatos de taco, y toma el picaporte.