sábado, 17 de octubre de 2009

Pido

pido eso nada mas,indirectamente lo pido, claro.
pido un beso cuando te despidas...
un abrazo fuerte al verme luego de unos dias.
pido un roce con tu mano izquierda
una mirada que choque con la mia.
pido un golpe desprevenido.
una caricia al pasar el faso.un asiento compartido.
un chupetin para dos.
pido un apreton en la pierna.
un giño de tu ojo.
pido que me agarres de la cintura cuando no nos vean.
y pido que me beses delante de todos, para que no haya dudas.
pido adrenalina en un baño, pido acariciar tu espalda humeda.
que me tires del pelo.
pido que me pidas matarme.
pido secuestrarte en mi cama y no dejarte salir jamás.
pido tu ser.
prestado, un ratito.

somos ESO

y verte asi frio y distante, me provoca.porque pese al tiempo, aun me cuesta acostumbrarme.es tan distinto, mas cambiante que camaleon.si, claro, algo asi como las babosas embarazadas y los reflejos.vos me entendes, porque la comunicacion es un desafio constante.
codigos.sonrisas.
tus manos, mis ojos perversos, un roce. una palabra cortante,como un tajo en la yugular nos aleja.nos expande.desencuentros, indifernecia.
pero en el fondo.en el fondo.
y juntos tranquilidad, risas, abrazos...toda la ternura en una biolsita, que le sacamos el moño y dejamos exparsir.hundidos en la tibiesa de los cuerpos.los besos, y la musica que acompaña.sin testigos, ni postigos que dividan nuestros vertigos.sacamos nuestros miedos. y nos amamos.
y somos eso, simplemente eso. y a su vez... somos todo eso, esa complejidad que los demas no comprenden.pero sabemos como es... nos manejamos asi.y asi nos comprendemos, y asi nos gusta... aunque a veces, solo a veces, nos olvidamos de esos codigosy nos dejamos llevar, es ahi cuando nos unimos y nos fusionamos.y al dia siguiente, pensamos que fue un error.un simple error... sabemos como es, y que asi va a ser.es eso.
pero de eso se trata.es ESO.

Falfajor


pinta el hambre. y uno ve el kisoko, tantea los bolsillos. y entra.recorre placeres con la mirada, se desvive, se ve atrapado por los colores brillantes de los envolotorios. de golpe preparasus manos bajo el amplio bolsillo del buzo gastado, y se prepara para atacar,pero se encuetra con un vidrio, una reja negra, y un vendedor precavido con ojos frios.
entonces ve las opciones yu encuentrab a ESE. ESE alñfajor grande, dulce, potente... "una bomba"ESE el q no tiene marca famosa, que los envoltorios no llaman la atencion como aquellos comerciales, caros productoscon imagenes que hacen babear hasta a las anorexicas.pero ese alfajopr, es tobara, conviene. capaz te compras 2, cuando del otro tenes para medio.pero sabes que es riquisimo. si, claro, engorda mas, mas manteca menos de lo otro...pero te babeas... doble dulce de leche.ideal, para gulientos, para chico despues de la escuela que gano en las canincas, para madres con familias numerosas, para m anijas, para franelitas, laburantes, obesos y bulimicos, abuelos sin pension, ratas, grupos de amigos, escaviadores y bolicheros.
lo compras, lo abris, lo aprecias, lo besas en el primer mordisco.y ahi esta... lo mejor. el placer expresado a su maxima potencia. es cuestion de segundosun derretimiento de las papilas gustativas, y una saliva con glucosa que se explaya `por tus careadas muelas.y una sonrisa tras el chocolate que mancho tu cara.
genial.
y economico. ¡ una ganga!

lunes, 5 de octubre de 2009

Sarcófagos y almohadas


La muerte nos visita cada amanecer.
Nos toma de las piernas, intenta sacarnos de la cama y llevarnos con ella.
A los tirones quiere irse con nuestros cuerpos cansados a otro espacio.
Lucha con sus fuerzas, y clava su hoz en nuestro colchón.
Pero no logra arrancarnos de las sábanas tibias, y la almohada vomitada no suelta nuestro cabello.
Los cuerpos están tan inertes que solo sentimos un leve roce de aire frío en nuestros tobillos,
murmuramos algo parecido a palabras, y volvimos a hundirnos en profundos sueños.
Átropos, vencida, se va una vez más, deja nuestros jóvenes cuerpos descansando en sus cajones.
Respirando, por otro día.
La cama vuelve a ser sarcófago durante algunas horas, luego revivimos y no volvemos a desplomarnos en el hasta desfallecer días después.
Para repetir la escena.Sucesivamente.

Rock P. volumen 1

Baje del tren naranja, tome la primer diagonal y comencé a caminar… al dar unos pocos pasos por aquella ciudad me di cuenta que todos los hombres eran lindos.
Por cuadra cruzabas a 5, de los cuales 4.5 eran atrayentes. Capaz la pobló gente bella, entonces los genes quedaron rondando por ahí. O tal vez el aire era más cálido y puro por lo que las almas nacían asi de locas e interesantes. Las estrellas los alumbraban más fuerte resaltando sus rasgos mas bellos o una ola de marcianos quiroprácticos los inyectaban por las noches. Yo no lo se, pero lo importante era que una podía escoger en una gran gama de colores y matizados. Tales valores como artistas, flacos, musculosos, freaks, rastas, lánguidos, intelectuales locos, lobos esteparios, músicos, hippies, amantes de la literatura, altos ,medianos, activos militantes zurdos, artesanos, enanitos, vagos, cantantes, malabaristas, tatuadotes, skaters, pintores manchados, vegetarianos activistas, drogones o patinetas.
Todo era genial porque cualquier aventura seria distinta a cualquier otra. Y eso, lo cambiaba todo.
Allí, los jóvenes montaban en sus “palomas blancas” unos aparatos parecidos a bicicletas, pero con una cruza de monopatín con rollers rengos. Con ellas, viajaban por senderos de petunias poli cromáticas. Donde el ambiente olía a tilos y acrílicos añejos.
Era un lugar de casitas bajas, y edificios muy muy altos, como gigantes que observan todo con sus miles de ojos blindados de vidrios, que de día abren sus párpados de tela o madera, y de noche los cierran con cerrojo para no despertar.
Los perros pueden hablar con los humanos, pequeños duendes salen de las alcantarillas para cuidar los espacios verdes. Y hay un bosque… un bosque de sombras y soles. Donde nos sentamos en un banco. La música bailaba alrededor de nuestros oídos, donde los múltiples pájaros ocultos en frondosos árboles hacían sus coros.
Entre el humo y las piernas cruzadas divisamos a unos turistas. Mas bien policías turistas, trabajando activos a caballo, como tarde por el campo, con sus machetes rebotando en las piernas y los ojos de los animalejos cegados por un cuero frío negro e impenetrable, como sus almas.
Un hombre irrumpe en el silencio de la escena. Va trotando por el sendero del bosque. Con el cuello erguido como un pato. Luce deportivo, de una forma anciana, acorde con su edad.
Al cabo de unas secas pasa nuevamente. En igual posición. Disparador de carcajadas.
En un santiamén, rápido como el mismo eruto de chorizan volamos a la casa.
Entramos, y un golpe de arte te cachetea la cara. Las camas suelen estar invadidas de hombres, las sabanas destilan un olor atrayente al sexo opuesto.
Salen las brujas de la casa, con sus sombreros robados de walmart, secuencia donde saludaban como reinas de belleza, y besaban a los niños como hadas madrinas para no ser descubiertas.
En las paredes cuelgan cuadros eróticos hechos con materiales extraños. De sentidos diversos, múltiples texturas, aromas y colores.
Al terminar la noche, ella se pone una campera de cuero colorida, que le da un touch.
Coje un pañuelo del balde de chalinas y adornos para el cuello que se encuentra junto a la vitrola de cristal.
Y entre las paredes dibujadas del barrio, se va salticando, uno por cada estrella, lucero vale doble.
Troskista! Grita uno desde la otra cuadra. Mientras se aleja, sin dar a conocer su cara. Atravesando la placita del barrio oscura, donde niñitas se esconden tras los árboles a hacer cosas indebidas por un trago del néctar de los dioses que los hombres de kiosko no les quieren vender.
Los autos no permiten el paso de los hombres sin ruedas. Es una jungla de concreto.
Donde uno, debe de preocuparse por no perder una extremidad en un descuido de luces cegadoras. Uno y otro y otro más. Pasan ¡zum! Como un salto de león por encima de la cabeza de la presa.
Ir a la casa de los músicos y pintores es de lo mas entretenido.
Al cruzar el umbral comienza la búsqueda del tesoro. Al encontrar pequeñas monedas verdes de premio por cualquier lugar recóndito de las casas. Distractor de los malvados pitufos azules para que no roben la diversión de un santiamén. Pero en oportunidades la memoria falla, así que el juego consiste en encontrar los tesoritos e ir armando fogatas dentro de los pulmones ansiosos.
Cuando los rayos de sol vuelven a colarse por las ventanas, y en los bares las piernas tiemblan de tanta danza alocada los habitantes vuelven a recostarse en sus camas, o en los pastos, para hundirse en profundos sueños.
En la travesía al hogar, pisándose los párpados y tiñendo su cara de ojeras púrpuras, las muchachas hacen una pasadita por el kiosko del hospital, único lugar abierto en el barrio para buscar un poco de glucosa que les permita soñar dulcemente y no encontrarse con grises pesadillas al apagar la conciencia.

martes, 29 de septiembre de 2009

causal choque urbano.

Choque urbano.
Cuerpos en direcciones opuestas,
caminando al ritmo de los autos que ciegan sus ojos
con las impactantes luces de neon en las calles de faroles dormidos.
Levanto la mirada, veo tu figura.
Abro grande los ojos como contactando los tuyos,
quienes de golpe levantan sus persianas,
y tus pies se entorpecen en la vereda de piedras desparejas,
haciéndote enredar entre cartones y colillas de cigarrillo.
Saco la música de mis oídos, y vos bajas el fancin que entusiasmado leías.Nos observamos las caras, hacemos comentarios cotidianos.Detecto una chalina nueva, muy apuesta adornando tu cuello. Y recuerdo que bajo los buzos tengo el chaleco que jamás te devolví.
Planeamos encuentros, te robo una seca de habano.
¡Que loco!Me regalas uno, en un paquetito,
como envuelto para reglo.Saludos estrechos.
Sonrisas.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Nocturnos juegos en plaza



Intento de silencio, casi eso. De noche, en la plaza cuasi vacía. Salvo por mi persona y un perro. Sopla un viento tranquilizador. Un aire de luna que embriaga los pulmones. Las luces amarillas reflejadas en la arena… Mientras te espero me entretengo en los juegos de niños. Maderas coloridas con pasajes divertidos.
Cambio de hamaca y vamos, a la par. Yo y la invisible presencia de la hamaca contigua. Perfectamente combinadas.
Pasa un hombre, se oyen gaviotas. La lanza de Don Quijote apunta a una estrella que brilla aun más,
Aquel lucero inspirador. Aún pasan autos en la avenida.
Yo me impulso. Elevo. Salto y río, cayendo desplomada en la arena fría que se cuela por mis zapatillas rotas. Y el aroma acido del hierro oxidado en las manos. Fricción de cadenas. Sensación de libertad al no sujetarse.
Juego al subibaja con aquel fantasma que me acompaña esa noche.
Surfeo olas de aire, y me zambullo en sueños.
Lejos, un semáforo varado en amarillo. La interminable espera.
Intermitente.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Mensajes estúpidos a tu marido sin anillo

Mandarle mensajes a tu marido sin anillo que son para vos es genial! Me los imagino durmiendo, con las bocas medio entreabiertas. El ronca un poco. Y llega mi mensaje loco y molesto, que antes nos enviábamos nosotras sin joder a nadie, pero al robarte el bolso y vivir con el no queda otra.
En fin, el roncando con su ojos pegados, un poco hinchados del cansancio. El pelo entre mezclado y sucio. Un ínfimo rayo de luz que se cuela por la cortina los ilumina a ambos. Cruza su confortable cama en diagonal. Y de repente… ¡Suena! Al intentar manotear el celular tantea la mesa. Mueve la mano, y caen cientos de cosas que había desparramadas sobre ella. Abre un solo ojo, el que lo logra primero…
Enfocando la vista, porque pasa 5 segundos regulando ya que ve todo borroso. Y al leer dos palabras sabe que es para vos. Te lo tira en la cabeza… y así semiinconsciente vuelve a hundirse en un profundo y recóndito sueño… y a la mañana siguiente…
( Continuará )

abstract 1
abstract 2 : sabemos que no continua ¿verdad? Es un simple final estúpido para algo que escribí que también es estúpido pero tuve estas estúpidas ganas de escribir esta estupidez que se me paso por la cabeza, porque pensé en la estúpida de mi amiga, y en los estúpidos mensajes que mandamos.
¡¡¡Chau estúpidos!!!

Es tupido de estupidez, genial, genial, genial.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Al revés. reís al revés.


Hoy estas rara
Rara como
Al revés
Como al revés
Reis al revés, sobre todas las cosas…
Y en tus manos los pies, y en tus pies manos.

Al revés nena, reís al revés.

Y nos mareamos.
Y nos perdemos en nuestras propias palabras.
Enredamos ideas cual marañas de lanas de colores.
Hasta sumergirnos en ellas… y jugar a traspasarlas.
Y con las lanas en la cara,
Nos miramos a los ojos, reímos, como si hubiésemos estado en ambas cabezas a la vez.
Igualdad de sentidos.

Percepción.
Control. Trae descontrol mental.
No somos nadie. No somos nada.

Dibujamos el aire, respiramos calor.

Sentimos presencias ajenas, pero sabemos que allí, no hay nadie más.
No necesitamos nada más.

Somos dos, pero al cuadrado, y al cuadrado… y al cuadrado.
Como mamushkas cajas de Pandora…
Perfecta combinación de inesperabilidad.

jueves, 3 de septiembre de 2009

CrazyClima

One

Intento de catástrofe. Pues esta zona no permite desastres naturales, a la minima situación climática extraña los medios hacen uso apelando a la exageración.
Un feto de tornado arraso con la ciudad. Los noticieros gritando en las casas, la gente invadida por el pánico.
Y el… fumando uno en la plaza, admirando el escenario.
Se veían remolinos en el mar… las olas embravecidas… los truenos y relámpagos, rayos y centellas. El viento en la cara… la llovizna…
La tranquilidad la sonrisa.

- tranka style – dirían.

Two


Choque de puños y miradas. Saludos.
Y vamos caminando y de pronto, de la nada, out of the blue, granizo.
Caían, así piedrecitas transparentes. Irónico, extrabionico.
Risueños, cual niños jugando. Y la locura como bicho violeta púrpura adentrando.
- ese día habían hablado de una película de catástrofes naturales en amplia magnitud, que la tierra tomaba venganza de los hombres que la enfermaban-
causa casua lidad. No matter either


Three

Inundación.

Vidas rutinariamente consumidoras y cotidianas: suspendidas.

Y el joven en skate, entre las calles destruidas con objetos flotantes.
Gente muriendo ahogada en las cloacas donde antes solo habitaban ratas y mugre urbana.
Asi, deslizando sus ruedas por entre los capós y cestos.
Nadando entre las bolsas de basura, como peces… siguiendo la corriente.

Flagrante


Purificación
Se enciende la vela, las humeantes cáscaras de naranja.

Crisálida.
Respirar burbujas coloridas. Derraman gotas tornasoladas en la arena.
El mar besa mi cuello, dejando rastro de su salada saliva en mi piel.

Te veo, Entre la urbe.
Así, mezclado entre las gentes.
Conocidos rostros distractores.
Uno mas formando la masa.
Me inserto.
Ubicada a tu lado. Como antes.
El roce de la risa.

El último suspiro lóbrego se lo llevo la corriente.
Tu cara arremolinada.
Ciclónica.

Exudando recuerdos.

masaMounstro

La masa crece, y crece, cada vez mas, es como un mounstro. Y el muchacho amasa la masa, corta pedazos, redondea, aplasta ,amasa con palo de amasar, y zaz! A la sartén.
Torta frita.
Y así, a diez mil por hora, porque la masa crece sola, y muta… y devora todo a su paso, sus hábiles mandos pueden con ella, pero a altas velocidades y esfuerzo,.
Y el suda, y suda, en la mesa del monoambiente…
La ventana abierta, y la masa que muta.
Decenas y decenas de tortas fritas…

Ya caerán los pibes con gula, se consuela… a medida que labura… mientras la mounstromasa devora todo a su paso… la sillas, el televisor chiquito… un espejo, las zapas rotas… y así… solo el, la masa, y torres y torres de tortas fritas… hasta el techo.

martes, 1 de septiembre de 2009

Transparente

El cigarrillo dormía sobre el cenicero, esparciendo su esencia en el aire.Dibujando el tiempo con su humo.
Mientras una música cantaba tranquila en el fondo del lugar
donde una rama golpeaba la ventana nocturna.
El hombre, reposado en su silla decía tener un corazón rígido,
ya que este había nacido en un duro lugar, donde todo era mas pesado, donde todo golpeaba, cortaba y dolía.
Dirigió su bello rostro, de piel suave y blanca hacia mí,
mis pupilas se hundieron profundamente en su sincera mirada,
olvidando el espacio que nos rodeaba.Luego de unos segundos, continúo con su relato,
ese que hablaba de su corazón de copa, una copa vacía.
Casi inexistente de tanta nada rebalsando.Muchas veces partida,
pero jamás había derramado líquido alguno.Y el se encontraba allí,
desnudo,
con frío,
adolorido por los golpes,
recogiendo una y otra vez pedacitos de copa, por todos lados…

Regados como lluvia por el piso.Como un estúpido.

Pegando cristal con cristal con sus transparentes lágrimas.Simplemente, para que esta se vuelva a romper.Allí se quedó, en silencio, tropezando con recuerdos.Tomé su mano, y lo dejé, tras la puerta,
vagando en la soledad de su habitación.
Creyéndose muerto.

lunes, 24 de agosto de 2009

casualidades chanchos y colectivos


16.05 hs
- ¿te acordas el día que rompiste el boleto de colectivo y subió el chancho?-
- no…-
- que te dije que lo guardaras, y lo tiraste al piso y dijiste que nunca subia, que no iba a pasar ni a palos-
- ahhh! ¡Si! Y a los dos minutos subió a pedirlos-

(Risas y mas blablabla)

18.17 hs

-¡ahí viene!-
- ¡apurate huacho que ahí llega!-
- siéntense en el fondo –
- mejor lo guardo, ya veo que sube y me quedo en pelotas como el Ángel-
- ¿Cómo se dice en realidad chancho?-
- mmm.. ni idea, inspector supongo-

(Risas y mas blabla)

23.58 hs

-estoy re cansada-
-mal, todas las ganas de comer encima-
-¡boluda subió el chancho!-
-Aaaa.. y después me dicen que las casualidades no existen-

domingo, 23 de agosto de 2009

Flagrante

Purificación
Se enciende la vela, las humeantes cáscaras de naranja.

Crisálida.
Respirar burbujas coloridas. Derraman gotas tornasoladas en la arena.
El mar besa mi cuello, dejando rastro de su salada saliva en mi piel.

Te veo, Entre la urbe.
Así, mezclado entre las gentes.
Conocidos rostros distractores.
Uno mas formando la masa.
Me inserto.
Ubicada a tu lado. Como antes.
El roce de la risa.

El último suspiro lóbrego se lo llevo la corriente.
Tu cara arremolinada.
Ciclónica.

Exudando recuerdos.

jueves, 20 de agosto de 2009

Rara Fosa Nasal

Se despertó. Fue al baño, encendió la luz. Miro sus radiantes ojeras en el espejo,. Automáticamente sin dirigir los ojos cogio un pañuelo del segundo cajón.
Sonó su nariz.
Moco, mas moco. Un poco más de moco.
Y sangre, litros litros de sangre rojiza, manchan su crota ropa de dormir, chorrean por su cuello, inundan el piso del baño. La sangre comienza a acarrear pequeñas impurezas… en cuestión de segundos es una lava espesa, como un engrudo… cada vez mas oscuro, es como un torrente de sucia agua cloacal… y caen bichos. Cientos de gusanos y cucarachas saliendo de sus fosas nasales, escarabajos tornasolados, arañas y demás. El hombre esta en shock. No puede gritar, solo mira horrorizado los especimenes que salen de su mocosa nariz.

resoluciones


Es una mentira, que una persona no discrimina es una gran mentira, terrible, tremendísima. Una verdadera falacia. Absolutamente, pero sin lugar a dudas.Mire, que mejor ejemplo, ¿ud. no elige la factura del mate por ser la mas linda, la que tiene "pinta", la que chorrea almibar, la que tiene mas dulce... la de la masa mas fresca? y bueno, entonces ¿que inventa? xenófobo.
basura... eskoria humana.
si, con K.

asi de revolucionaria, ¿viste?

rosaMarosa


Calsar los lentes en las patillas.
sentir el frio del cañito acariciar los pliegues de la oreja.
asi. rosas.
asi. la vida era color de rosa.
aunque sea, por un ratito.

miércoles, 12 de agosto de 2009

AmaneC-mos

Cangrejos borrachos ocultos entre algas secas.
La cadena plateada chocando en el pecho.
Los ojos confidentes.
El nervio sujetado a las venas, la euforia se ahoga entre los tragos.
Reteniendo el beso entre los labios secos descascarados.
Baja. Baja. Baja.
El cuerpo tendido en la roca.
Busca calor. Tiembla.
Los dientes como carretilla en ripio.
Los músculos marcados.
Anatomía pura.
Las gotas sobre la piel erizada.
Van formando imágenes sobre tu cara al rodar.
El cabello gotea,
¡Go Tía!
El brillo. El destello.
Los rayos quemando el iris.
Medialuna y despedida.

Deudas en la arena.

lunes, 10 de agosto de 2009

anonimo mutante.

cuerpo vacio.
saco de nada
carne sin alma.

Amarras el horror a tus venas.
Mutante sin rostro.
Cocidos tus labios espesos de frutilla.
Lluvia en tus ojos cansados, la calle engrampada a tus suelas.
Anonima bestia.
Blanca dura la cara.
los huesos devorados por las polillas.

la ojera de la espera.
temblorosos los dedos, acompañan el pálpito.
Estampida.

jueves, 6 de agosto de 2009

Delfin


Exótico sabor de contrabando
Eléctrica luciérnaga
Labios sin tiempo.

Heather skelter
Descontrol de sentimientos
Insensato placer de la mentira

Los dedos deslizando en el cuello.
Ocultas el deseo tras la foto que habla de mis ojos.
Retardamos la cita a lo inevitable.
La esperanza cocida a la carne de tus músculos.

Encuentro infraganti.
Lunático pionero de la lírica.
Aislado frenesí en el espejo.

El hada y la marea del mar,
El delfín que nada entre las olas.
Ellos tan nosotros.

Magia.

viernes, 31 de julio de 2009

Chau, tirate a un pozo.

Chau, tirate a un pozo.
Chau, tirate a un pozo.
¿Qué hago escribiendo a las 5 AM?
Chau, tirate a un pozo.
Hay un gorrión en la ventana.
Chau, tirate a un pozo.
Quiero hacer pis y no puedo,
Convencida, y solo un par de gotas.
Literalmente par.
Chau, tirate a un pozo.
No tengo fósforos, ni encendedor. Y el magiclick anda cuando tiene ganas.
Caliento el agua para mate en la estufa.

Chau, tirate a un pozo.
Chau, tirate a un pozo.
Chau, tirate a un pozo.

Tengo los dedos pegoteados de miel, ni ganas de lavarme las manos.
Chau, tirate a un pozo.

Hay un cadáver de manzana en el escritorio.
Chamuscado.
Marrón
Oxidado.
Chau, tirate a un pozo.
Chau, tirate a un pozo.

Escucho un barrendero.
Es decir, escucho la escoba de un barrendero.
Mejor dicho, escucho las hebras de una escoba dar contra el asfalto, supongo yo, de un barrendero.
Chau, tirate a un pozo.
La computadora tiene virus. Viruses. Plural.

Chau, tirate a un pozo.
Roncan.
Los vecinos roncan. Todos roncan.
Hasta la almohada.
Chau, tirate a un pozo.

Chau, tirate a un pozo.
¿Quién escribirá los horóscopos de Bazooka?
Chau, tirate a un pozo.

Esta lista el agua. Pero no quiero cambiar la yerba.
Chau, tirate a un pozo.
¿Que mas da?

PD: Chau, tirate a un pozo.

Night marea

Noche de pesadillas. Las mantas desparramadas por el suelo.
La almohada vacía.
Arrancándome costras de piel.
La evidencia enredada en las uñas.

El ruido de las picadas nocturnas, alucinaciones en el espejo.
El tic-tac del reloj. Me ahorca el collar.
Destello de luces volátiles en la pared.
Fondo blanco de agua.
Un Alien parado en la puerta.

Escucho dejos de sonidos entrelazados. Un grito de niño, un despertador gallego. La marcha peronista, un caño de escape.

El deseo, mi cuerpo que extraña tu carne
Y entre pesadillas pide a gritos un roce de tus manos.
Ya no más nada.
Enciendo la luz, Khalil Gibran. Desayuno.

En mi cabeza retumban frases de ensueño.
Absurdo zurdo.
Abzurdo surdo.
Poison en los labios.
Desubicado como torticolis en el culo.
El llanto de las amígdalas.
Imágenes engrampadas en la mente.
Un edificio con subsuelo de laberinto… pisos amarillentos.
Un yeso en la pierna, las escaleras. Como iguana.
La puerta trancada.
Una vieja. El papel.
Estampidas, calles nocturnas y frías.
Los cobanis. Manos a la pared.
El celular que no anda.
Hoy día luna, día pena.

miércoles, 29 de julio de 2009

Me alejo dragón


Me alejo dragón.
El fuego de tu garganta antes entibiaba mi cuerpo…
Hoy lo incinera, lo consume… solo deja ceniza inservible, gris, desparramada.
Azul, libre ser que quiere volar, mas con sus pequeñas alas no llega lejos, siempre ronda el mismo reino.
Sufro, porque has hecho que te quiera, tapo la congoja con la ausencia.
Cruce de miradas, momento arduo. Mayor tensión mayor peligro.
Tu lengua filosa parece mutilada esas tardes de silencio. Mudez que ocupa los ocasos de incomodidad y desconfianza.
Tus ojos vacíos, tu chispa apagada. Y huyes solitaria bestia.

No tengo miedo a perderte, porque no se si alguna vez te tuve… temo a quererte y no poder olvidarte.

Cuesta dejar de lado tu mirada al acecho, tus palabras sabias, tu risa eufórica, tu esencia azul interplanetaria.

Tu inmutable corporalidad eriza mi piel. Me alejo, pues el mínimo roce seria mortal.
Mis ínfimas lágrimas no alcanzan para que sientas la salinidad en tus venas.
Ocultas tu salvaje fortaleza en guaridas oscuras. Y las ideas lijan tus imágenes.
Jungla de infortunios.
Mi magia no puede contra necios, no sirve en desconfianza.
Marcho a otro rumbo, mas no me mires porque si no no puedo.

Fears & Dragons


Un rejunte de improvistos.
Colección de miradas turbias.
Unos pasos perdidos y enredados.
Par de locos desquiciados.
La ultima baba del vino.
Las canillas de las casas ajenas aguardan el saqueo nocturno.
La nariz blanca.
Amaneceres recostados en el pasto.
El frío en las venas, pero el calor en la sien.
Sonrisa con mandíbula.
Tu pelo mezclado en mis uñas mordidas.
Conversaciones inesperadas.
Tu mano sujeta la mía dentro de tu bolsillo calido.
La pestaña de la borrachera
Persecuciones de espaldas.
Las baldosas nocturnas.
El barrio.
Los policías, la playa, el perro.
Tu cuerpo en el banco de piedra.
Mi cuerpo sobre el tuyo.

Te quiero y me da miedo.
Te quiero y no te lo digo.
Por miedo a perderte simulo no quererte.
Por miedo a tu miedo que te quiera.

Te quiero y no quiero aceptarlo, porque yo no me enamoro.

sábado, 18 de julio de 2009

Cómplices

El sentimiento bipolar
Visión desecha
La luz iniluminada
La saliva dibujada
Fito Páez en los oídos
La ceniza derramada
Memoria perdida
Pies gastados
Warro
Los besos ruidosos
El sudor en las venas
La sangre
Colores cortados
Mandarina interestelar
El dinero revolcado
Decisiones indefinidas
Neuronas independientes
Las nueces
El léxico rasguñado
Sueños sujetados con alfiler de gancho
Tu carne con dulce de leche.
Citas perdidas ocasionales
Calavera rueda
La llama naranja.
El sentido consumido
Azul eléctrico
Tu boca
El rejunte de sobrantes
Risa entrecortada
Fanfarroneo
Vainilla con manzana
Pétalo
Imitaciones españolas.
Las formas que toma el polvo.

Meditacion de Quilmes


Yo no quiero ser un Rodolfo, no me quiero convertir en un fracaso aburrido, arrastrando los pies por una ciudad que no me apetece. Viviendo una rutina que no me pertenece.
Yo no quiero dejar de luchar por mis ideales, no quiero olvidarlos.
Yo no quiero que mis sueños se desplacen, se sustituyan por cuestiones de la vida mundana.
Yo no quiero cansarme del amor, los muchachos y el sexo fácil.
Yo no quiero suplantar emociones por aburridos trabajos.
Yo no quiero que lo añorado se vaya en un barco sin retorno.
No, no quiero ser un Rodolfo, un ex ganador que ya ni es jugador.
No, no quiero.

Tu cara al revés

Tu cara al revés, sobre mis piernas, parejamente dobladas y enredadas como lo india que soy. Tu cara al revés. Beso tu boca dada vuelta, río cuando sonreís porque imagino ojos en tu pera, a vos te pasa igual, entonces reímos juntos.
Cierro tus ojos con mi mano. Las pestañas largas.
Pequitas en el rostro desparramadas. Como gotitas de pintura.
Tu cara al revés, un tobogán pequeño perfecto justo al medio.
Mezclo tus cabellos, los enredo en mis dedos.
Tironeo un poco, lo necesito, es el impulso el instinto.
Reis, tu cara al revés.
Las bocas encajan perfecto.
Encorvo mi cuerpo un poco. Tu cara al revés.
Tus piernas cual pinzas toman mi cabeza, hago lo mismo.
Somos presas uno del otro.

La Cena

Reunión por cuestiones protocolares…
Noche de cultura y disfrute.
Canción de dibujos animados, abrazo por la calle.
Haciendo una excursión. Dentro, el aroma a horno.
Los ojos mirones por disturbios de canto.
Mi mente no descansa y mi mano no se detiene.
Camino por la calle, lápiz en mano. ¿Sos investigadora ahora?
El puto pulóver de lana… el dejo de amoniaco.
Abuela vegeta
Conversaciones sobre la María verde.
Gripe, falacias y lucro.
Libro gordo de petete.
Votos robos miedo. K
Preocupaciones, responsabilidades, dinero.
Un gorro de lana para la pava.
Citas celebres
Peronismo proscripto
Venus de milo
Nuestros cerebros sociológicos
Euforia, nervios y hormonas
Ahogada en la multiplicidad de voces.
Las ideas se van por la ventana junto al humo de la pipa.
Mitos argentinos, patriotas y próceres.
Cerveza negra
Rol policial.
Injusticias y memoria.
Las ganas se vuelan con las notas de la armónica que jamás aprendí a tocar.
Gobiernos militares
Papas corte americano
Revoluciones flotando en la espuma del Cinzano.
Literatura ¿Qué tendrá la princesa?
Chisperos de mayo
Elvis Presley, el extracto de malta.
Una mujer en un comedor con 80 niños.
Trivias triviales.
Esculturas de Sacerdotes con niños a la altura del miembro viril.
El espejo del ascensor tapeado.
El viejo huye por el pasillo
Sandro
Suicidio en el cuarto de Ana Frank
Helados, depresiones, problemas monetarios
Encendedores perdidos… trompetas abandonadas.
Ansias e insomnios.
Historias de incomprensiones, victorias, fracasos
Familia, genes, ADN,
Canalización de la ira.
Paco de lucia

Solsticio de luna llena


La nariz chorrea el invierno.
Conversaciones duraderas, alargadas como chicle…
Dilemas redondos, sin principio ni nudo ni desenlace.
El dinero, el tranza, la locura, el auto, los waffles, la distancia mas corta.
Tres muchachas en las hamacas desoladas, nocturnas.
Se enredan en las cadenas y gritan al desenrollarse.
Cantan se elevan.
Un muchacho se atasca en el aro de basket.

Lluvia repentina,
truenos y relámpagos,
rayos y centellas.

Ráfagas de viento. Arena en los ojos.
Estampida. Taza taza.
Una mujer gorda acarrea una jauría.
Paranoia post robo de la Dinocósmica.
Un perro vagabundo, fiel guardián.
Humano de rápidos movimientos, sin orientación, pero con instinto.
Las piernas non stop.
Los linyeras, *108.
Dolor parietal por quema de neuronas
Brazo izquierdo, la vena molesta,
Un encuentro en la sala de análisis.
Un café matutino entre las agujas.
Prostitutas con barbijos.
Chiflido de locos borrachines.
Al doblar la esquina.
La lluvia en el rostro.
Los sentidos acalambrados.
El molesto ruido de bocinas aturde. Erupciona.
Los roces de los cuerpos ponen los pelos de punta.
La sensibilidad erizante.
Un cartel con aerosol rojo de la lucha de los Sin techo.
La fragancia de un limpiabotas se cuela por las fosas nasales.
La mente embebida en deliciosos recuerdos.
Hombres. Hombres. Hombres.
Es el solsticio de luna llena… ¿Se cumplirán las predicciones?
Caras que son puro ojo. Pañuelos coloridos.
Azul y la no creencia en casualidades.
Memoria mastica cerebros.
Y voy llegando,
Carita mojada, la espalda torcida y la mirada turbia.

Despedida


La quiniela, el 56.
El sol en los ojos, la punta de la escollera.
El musgo, el abrazo.
Un cachorro de perro olisqueando la arena.
La nariz de luces.
Las agujas, la tinta.
El golpe.
Un niño con una paleta multicolor.
El cabello húmedo.
Un café.
Un señor con zapatillas estrelladas.
Cruce de avenida desprevenido.
Lo odio por hablarme bien los Domingos.
La huida.
El tren.

Choque


Te vi, juntabas María del mantel.
La cara reflejada en la ventana.
El traga árboles.
Y el brillo de tus ojos se reduce a un destello.
Días entre regalos robados y canciones españolas.
Tristeza lejana de una lejana lejanía
Golfa.
La yaga arrancada
Cazador de sueños
Recuerdos de recuerdos de recuerdos. Recuerdos a la 3.
Sexo en la escollera.

Voces falsas,
gargantas que hablan de celebres,
haciendo comparaciones de sus palabras con actitudes mundanas
vacías de contenido pensante.

Apurada, atolondrada,
me olvide la euforia atascada entre las piernas y el pantalón

Nuez de corazón.
Corazón de nuez, nuez con forma de corazón,
la nuez conduce a tu corazón,
tu corazón sabe a nuez.

Espíritu inquieto.
Tus manos lavando emociones.
La pupila nocturna encierra el verde de tus ojos.
La locura invade los ojos agrandando el negro, que mastica la mancha
Esa locura que rebalsa de energía,
el mundo cuerdo no es lo nuestro, porque no existe,
y yo existo,
porque me siento.

La calle se convierte en ruta.
Vacía
Nocturna
Húmeda
Amarillenta

Seria hermoso morir estrellada escuchando Polaroid.

No fears.

lunes, 6 de julio de 2009

H. luego existo

Su yo diurno es verde… verde. Y de noche se activa la hemoglobina dejándolo azul, todo su cuerpo y su sangre. Sus predicciones azules “Habrá amplia diversidad hasta la próxima dimensión”
Lleva el sello en su cuerpo. Azul, gama de, colores que llegan a. y el centro verde, verde cegador intermitente.

Un aislamiento de la conversación porque algo hacia vibrar su cuerpo. Llamado telefónico.
Vuelta al círculo. Están hablando del arte de llevar pre pizzas en el colectivo.
-Se enredan las paltas, digo patas.-
-Paltas, pies de palta… te debes caer todo el día porque son de una sustancia rara, el jugo parece bilis, como cuando el estomago se vacía de tanto vomito.-
Pies de palta, y recuerdan un dibujo animado de la infancia que tenia una especie de zapatos de banana. Entre generaciones se entienden.

Las calles vacías, la noche acechando.
Solo un lugar abierto carga las tarjetas de colectivo que de nada sirven.
Un payaso paga con monedas de diez centavos tras una reja. Dueño desconfía.
Colectivo comprometedor. Cuando hay pocos pasajeros la gente mira más.
Conversación con un hombre y finalización de la misma tocando una quena artesanal con lo que se gana la vida. Futuras empresas multinacionales en Tilcara.
Un pasajero se levanta diciendo que el era de allí, conversan, añoran, nostalgia.
Sigue sin pagar boleto, nadie confía en que lo haga.
Sube un pasajero en medio de la desolación nocturna, con ganas de darle uno.
Tragamiento de orgullo colectivo en el colectivo.

Caminan, dando expresiones con puras onomatopeyas, pero todo se comprende.
Hay situaciones donde no hace falta hablar.
- se va llenando el living-
Todos reunidos en una parada vacía a la madrugada, en un barrio que la calle cumple rol de ruta. Aguardando el milagro.

Un Alien. Otra antena.

Cuentan una historia de un viejo verde y una muchacha bella de Portugal, morocha ojos verdes. Le es imposible verlo humano, se da cuenta que creo un dibujo animado en su mente todo este tiempo porque. Interrupción mental
- sacó un fierro porque no le quise convidar una seca-
Es así… las ansias de volar y despegar trae sus consecuencias.

Paso a paso. Hora tras hora.

Niebla


Avenida nocturna, plagada de locales cerrados.
Nos adentramos a una vulva blanca, donde múltiples ojos nos observan.
La fatiga se siente en el pulpito de nuestras venas.
Una mujer con ojos de hobbit voltea, en su piel de agua nieve se forma un surco al sonreír.
Hoy no estoy para cuentos fantásticos.
Un relámpago resquebraja el cielo.
La boca mastica, de pronto se cae, se desgrana, se en migaja.
Desparramando células, y cromosomas.
La rebeldía se pega en la suela de los zapatos.
Jamás regresamos.
Necesitamos huir
No es exageración, es salud.
Aparece el muchacho de ojos verde agua, asustado,
sus toboganes púrpuras crónicos están aún mas notables.
Nos acompaña. El y su hipo.
tres horas, el y su hipo.
Se concentra, respira, se olvida, trata de.
El y su hipo.

Una niebla espesa reposa en la ciudad.
Guantes húmedos.
Volvemos al hogar, a sacarnos la mufa de los poros.
A eliminar las toxinas de la energía sobre el suelo.

Apocalipsis flower

Flores del mal.
Jardines sangrientos.
Vuelvo del diablo.
Pétalo infernal.
Dulce savia venenosa.
Raíces, cual manos de mil demonios.
Las hojas como lenguas.
Flores del mal.
Bulbo del diablo.

Se encuentra con el animalejo, le saca una sonrisa, como siempre, él dice. Y la alucinación lo eleva, a rasguñar la locura…momento de éxtasis, auge de la imaginación. Sentimientos como cuando niño.
Cartas de adolescencia.

Flores del mal en los bolsillos.

hombre descalzo es

Ese día fue un algo así como un no día.
El hombre no se sentía, desde dormido.
No tenía sueño para seguir durmiendo, tampoco estaba activo para abrir sus ojos. Ni sentía hambre, sed, o ganas de hacer pis como para inquietarse.
Finalmente se levanto a una hora mediana en la mañana. Pero sin reales ganas de levantarse, tampoco enojado por sentir fatiga y ganas de seguir en cama
El mate no tenía gusto., las galletas que usualmente llamaban su atención y despertaba el azúcar sus papilas gustativas tampoco tenia gusto alguno. Parecía no surtir efecto.. Sus manos temblaban, pero el no sentía profundo malestar. Tampoco se sentía vital como de costumbre. Mas bien, no se sentía.
Así paso el día. Bebiendo agua. Golpeándose. Apretando sus manos. Probando comidas y frutas. Pero nada pasaba.
Salio de paseo, no sentía frío, pero era conciente que estaba en julio, tampoco sentía calor como para desabrigarse.
Fumo verde, pero su mente no se elevaba. También un atado convencional, pero sus pulmones nada decían. Bebió alcohol, pero su estomago no sintió calor. Fue al kiosco por una gula, como la rutina cotidiana, pero no sentía hambre, tampoco dolor de panza ni dulcera en la lengua. Ni siquiera satisfacción mental al ver el dulce de leche.
Llego al hogar, se calentó comida salada, del día anterior, pero tampoco surtió efecto.
Se desabrigo, se descalzo. Y en el instante que sus dedos tocaron el piso frío reaccionaron sus piernas, subiose un escalofrío a las rodillas.
El hombre, se saco las medias para sentir aun mas. Un cosquilleo recorrió sus músculos, sus muslos y abdomen, y también comenzó a funcionar su cabeza, sus sentidos se activaron creando un torbellino en su interior.
El hombre arranco la alfombra a ver que sucedía. Ahí entonces todo parecía elevarse a mayor potencia, las ansias, las fuerzas, los sentidos se agudizaban aun mas.
El hombre se tiro por el balcón, desesperado. Pero no murió, callo parado cual gato que tacha una vida perdida.
Corrió, salto, grito. Se metió en el agua de la fuente de la plaza. Corrió desnudo por las calles y jardines. Y salto de cantero en cantero x la peatonal.
Volvió a sus raíces, trepo una palmera de la costa. Entre el semáforo y la avenida.
La gente alarmada mira, los padres tapan los ojos de los niños, los ancianos creen alucinar. Y los jóvenes toman fotografías. Los policías toman acción poniéndose en papel de héroe, y se lo llevan, con machetes y sirenas. Entre placas y golpizas.
El hombre era un despojo de su tierra, mas bien no era. Y en ese entonces fue, y no se le permitió ser.

Alo July!

Un tag en la pared de enfrente. Una polaina perdida en la calle o en algún colectivo atestado. La memoria se mezcla en días y meses. Se eleva escuchando una música que solo suena en mis oídos.
La zapatilla mojada, por pisar el charco del cordón de la vereda. Vaya uno a saber donde andaría la vista…
Un bulo, baja un viejo verde de un auto. Una mujer vende gorros árabes de colores estridentes en un kiosco.
Mama con placas blancas en la garganta.
Y mi amigo el rasta que se las arranca con el dedo, y yo le digo que haga eso. Y su cara se deforma en una expresión de horror.
Caricias de un púgil, y una voz tierna que se escucha a través del parlante, desde otro continente desparrama su voz en notas musicales.
Plan de viajes, mapas, enredos de pinturas y collares vendibles…
El semáforo en el bolsillo, las mantas.

Los padres que prestan plata, sin entender… lo hacen de onda.
Perdón má, buena onda viejo.
Pero es el porrito, unas florcitas que salen ricas, cogollito rojo.
Y por ende una gula en el kiosco, así a la pasada.
Un vinito, o una birra fresca…
Y el acido que sale, de onda así, tobara. ¡Para aprovechar te digo!
Volver a casa y la librería abierta, el olor a añejo.
El lugar calido, los grandes, precios rebajadísimos, libros viejos usados, escritos, leídos releídos y resubrayados.
Alguna tela estampada un plan de costura, una pintura, un cuadro para regalar. Unos hilos para un bello collar de un caracol que encontramos en la playa…un cd, porque la música es esencial para no enloquecer, o para enloquecer mas, depende.
Unos sahumerios, y una feria americana amiga.

Locas, tranquilas, absorbidas.
Sentadas en el banco de la plaza. La luz amarilla, casi anaranjada sobre sus hombros. La mano derecha sin el guante dibuja estrellas y payasos.
La otra mano con su lápiz de doble cara remarca frases de un grande en un libro viejo.
El faso regalado en la mano. La música en los oídos.
La gente se mueve, pero no las sienten.

Antes, juntos

Solos, en un ambiente enorme.
Solos, en un ambiente donde siempre hay gente.
Solos, en un ambiente silencioso, se escucha el eco.
Solos, en un ambiente donde siempre hay múltiples ruidos.
Solos, en un ambiente de confianza.
Solos, en un ambiente juntos y solos.
En el sillón solos, el cigarrillo esparciendo su esencia.
Los ojos profundos, los pies en la mesita ratona.
La biblioteca nuestra, sola, tranquila.
Los colchones, las frazadas… el mate, el azúcar.
Un globo naranja, una pelota, el partido de futbol.
Las cucharas, las cosquillas, solos.

Una tarde de lluvia, un escape, una vuelta a la panadería.
Las gotas en el rostro, una larga caminata a buscar una bici.
Cruzamos la plaza mojada, desértica. El olor a tierra fértil.
Un beso. Un libro.
Viento arrasador, los árboles se doblan, reímos, las ropas mojadas.
Refugio en el hogar, los cuerpos húmedos. El silencio.

Recostados en el pasto, su brazo bajo mi cabeza.
Los cabellos mezclados,
Cubrimos el sol con un libro. Reímos, me regalas una flor, yo un dibujo.
Intercambiamos rehenes.

Un salón, aislados del mundo.
Un salón, una cúpula de puerta cerrada.
Pequeño lugar, unos cuadros extraños, analizables, delirantes, lisérgicos.
Una mesa, dos sillas. Una ventana rota.
Un chiflido de viento que se cuela.
Él, un libro, un atado.
Unas hojas escritas, con rayones.

Paso, veo su silueta, entro.
Conversaciones, abrazos, apretones.
El forcejeo,
Las manos que se agarran mientras sus cuerpos se alejan en direcciones contrarias.
Las miradas perforantes perturbadoras.
Los cabellos arrebolados.

jornada de tortas

Luego de una jornada en la Dinocósmica bajo la lluvia, con frío y gotas en la cara, pedaleaban al hogar, calido refugio, pies descalzos, música, libros y alimento caliente.
Fatigadas, pedaleaban. Los gemelos dolían. (Deberían de llamarse mellizos, porque de seguro no son idénticos)
Un auto color azul, turquesa, aguamarina, tornasolado llamó su atención, olvidando lo que hablaban.
(Solían jugarle una competencia a la memoria, por lo que a veces anotaban palabras, oraciones o secuencias, que en oportunidades tampoco recordaban haber anotado, si no que encontraban tiempo después los papeles arrugados y garabateados dentro de la mochila sucia, al fondo, casi un abismo al meter la mano)
A B le duelen las piernas, pero quiere llegar, y va rápido.
Y las gotas le impiden la visión, hay viento, casi un vendaval que se levanta de pronto entre los edificios.
Lu que tiene guantes, negros, cortados, sujeta las manos de B desde el manubrio en el que va sentada.
Impide que el frío acalambre sus dedos blancos, que no le cale los huesos, que no la inmovilice.
Y sus manos están engrasadas, horas antes la cadena enganchada.
Y van rápido, y no ven, y ríen.
Y golpean a una vieja encapuchada en el costado se cuerpo, y esta las putea malhumorada.
Piden perdón, pero no paran, volver a arrancar seria una tarea difícil.
- ahí esta el restaurant que comes torta libre que te contaba-
B entonces frena de golpe y Lu sale despedida de la bicicleta.
Miran por la vidriera, y justo ese día no trajo el candado. Pero la dan vuelta, ruedas para arriba y se sientan en la primera mesa para verla.
Sus ojos brillosos, sus cuerpos acalorados, el pelo pegado al rostro mojado, las narices rojas, y una sonrisa de oreja a oreja.
Unas viejas en diagonal a la mesa que escogieron las miran, y hablan de sus plantas mientras ven pasar corriendo la gente en la vereda nocturna bajo la lluvia.
Ellas dos pegan la nariz contra la vidriera de tortas. Y se sientan a comer pidiendo lo mismo, para compartir sensaciones.
Una de frutilla y crema y una de chocolate dulce de leche y crema cada una.
Devoran y llega el submarino y ahogan la barra de chocolate en la leche caliente, la ven desarmarse y estamparse contra el vaso transparente.
Y la leche blancuzca se va tiñendo, amarronada la espuma que rebalsa. Y los múltiples trozos de chocolate, bailando en un remolino, girando en un carrusel lechusco. Lu levanta la mirada del submarino, para probar el sabor de esa combinación perfecta.
Ambas raspan el plato al unísono, y se levantan en busca de más torta. Piden dos de vainilla y mousse, y dos de chocolate con dulce de leche y cobertura de chocolate amargo. Una nena del café se acerca a su mesa, y poco a poco va tomando confianza.
Malena tiene dos perros blancos, Melisa y Pedro.
- como mi hermana- dice Lu. Y le orinan la habitación
Es bipolar. Es la dueña del lugar y fanfarronea, y en la televisión, (esos que cuelgan del techo de los lugares comestibles) están dando “los padrinos mágicos” y B canta la canción de presentación contenta.
La niña se enloquece, acerca su cara a la de B y canta, y luego se queda repitiendo con voz de loro “quiero papa” “quiero torta” por mucho rato. Y ellas se miran, y ríen confidentes.
Buscan más torta, esta vez vuelven con dos de coco y dulce de leche y dos de ricota para bajar un poco, y una rosca de chocolate.
La niña sigue ahí, morocha, vestida de rosa. Y trae su computadora de juguete, que hace ruidos y voces y amenaza con no prestarla.
- no doy más- pero siguen, y mastican y el azúcar se sale por sus ojos.
Los dedos pegoteados, el buzo con migas.
La niña trae billetes de mentira y alardea su falsa fortuna.
Mientras se escucha la voz del dinosaurio violeta Barney saliendo del computador de plástico, la niña toca una guitarra invisible y las zamarrea.
Receso.
Buscan sanguches de miga, y vuelven a sentarse. Es un relajo estomacal.
Lu bizca sus ojos, B ríe, y hacen morisquetas entre el jamón y el morón.
La nena las reta y las acusa de tirar sobres de azúcar en el baño. Y esta loca, es bipolar.
Les regala un dibujo de dos nenas en un corazón y se va un rato.
Van a buscar más torta, llenas hasta el hartazgo y regresan con una de vainilla y crema, una de frutas y crema, y con chocolate en barra con dulce de leche y una cereza frondosa.
Un señor adentra al lugar, saluda y se sienta a mirar la televisión.
Cambiando los dibujos animados por un partido de fútbol, el cual por respeto pone en silencio (¡milagro!)
La niña vuelve, con un folleto de mundo marino y remite a B a su infancia.
- ¿conociste a la ballena Gloria?-
- ¿Cuál?-
- Ahora se murió-
- ¿A dónde?-
- ¿A dónde que?-
- A donde se murió-
Y ríen, porque la niña no entiende y B le explica, disimulando y mintiendo piadosamente.
La niña dice, - claro se murió-
Y se miran, con las pupilas agigantadas - ¿me esta cargando?-
Y ríen, escupiendo migas al aire.
El hombre se levanta y se va, antes vuelve al canal original.
Bob Esponja ahora ocupa la pantalla. B hace ruido de delfín con su boca.
La torta de coco esta dura y les cuesta terminarla
La niña mirando a B fijo a los ojos le dice – solo tengo una parte de vos-
Y se va. Lu se queda inmóvil, mirando a B, esperando que levante la mirada, que separe sus ojos de la torta, y esta dura, con el tenedor encremado.
La situación es extraña, pero no se dejan hundir en ella.
No pueden comer mas, pero los restos se cobrar, así que mastican y van como 20 porciones, y mas de cinco sanguches.
La nena miente sobre su cumpleaños, y tenemos su cara hasta en la cereza, Lu le dice entre señas que la ignore, y la niña abraza a B, y mira con cara de mala a Lu, como leyendo su mente.
Pero tiene solo cuatro años.
Una “paso de los toros” pomelo viene bien para bajar la dulcera. Esperan que sus estómagos descansen un poco y terminan de comer.
Una visita al baño, se despiden y montan en la mojada Dinocosmica que aguardaba pasiva afuera, y se marchan.
Luego de una dosis loca de taller literario y plaza, van camino a lo de Lu a desmayarse a la cama. Están a ocho cuadras, cuando B apoya su cuerpo cansado sobre el de Lu, olvidando estar pedaleando en una bicicleta y la mochila de ella vuela, y la pasan por arriba con la bici, luego Lu sale despedida de la Dinocosmica y hace un paso y se enreda con sus pies, y cae en el asfalto. Tendida bajo lluvia, el guante roto, el auto de frente con sus luces cegadoras y la risa.

Diferentes hierbas

Es Domingo al mediodía. Un hombre se encuentra sentado en un sillón bordo mirando el noticiero donde transmiten una nota sobre un allanamiento producido en una casa donde se encontraron 80 Kg. de marihuana. Sus dos hijos están en el mismo lugar, el menor esta sentado a su lado, y el mayor dándoles la espalda, absorbido por la computadora.
- ¿Qué es marihuana? – pregunta el mas chico.
- Es una droga – responde el padre al mismo tiempo que pone en silencio el televisor porque hay propagandas.
El mayor voltea, y esquivando la mirada de su padre le dice a su hermano – es una planta- el hombre cambia su expresión por una cara de enojo y eleva su tono de voz.
- es una droga que te quema las neuronas y quedan todos tarados, no jodamos.-
- es natural, no hace mal como los químicos-
- callate la boca queres, que no sabes ni limpiarte el culo solo y me vas a venir a decir a mi lo que hace mal. Uds. tienen el cerebro lavado, están al pedo todo el día, en nuestra época eso no pasaba, porque estudiábamos o laburábamos, o las dos cosas juntas, pero Uds. no hacen nada-
El hombre enfurecido esta rojo, y escupe un poco al hablar.
- ¡bueno che! ¡No te calentes!-
- me caliento porque todo se vino abajo, en la época de los muchachos estas cosas no pasaban, había normas, reglas, respeto. Y se cumplían, no como ahora que no existen-
El hombre hace movimientos bruscos con las manos al hablar, dándole énfasis a cada palabra, la vena de su frente esta tan marcada que parece explotar, su hijo lo mira fijo, con odio e impotencia, y el menor abre los ojos a medida.
-porque la Argentina de hoy es así, tenemos una presidenta zurda, ex montonera que llevo el país a la ruina, con un sistema que no sirve, mientras gasta guita en carteras y cirugías, sin contar la otra que tuvimos, que era puta y gritaba por los pobres mientras tanto tenia vestidos traídos de parís. Es así, exportamos franelitas drogones y estamos llenos de artesanos rastudos con piojos, sucios haciendo el macramé ese, y en invierno se van al norte en busca de calor, como los animales a seguir rascándose las pelotas debajo de un árbol fumando porro.
Cada día hay un nuevo paro hecho por negros piqueteros sin dientes que quieren el plan dignidad y la vacación, no saben ni hablar, y queman gomas “losotro queremo ir a la mar del plata” y el gobierno zurdo les paga, y vinieron, y mearon la ciudad. Llegan colgados del tren, las gordas con cinco crios a cuestas. Y en cada puto semáforo que paras hay un vago tirando palos para arriba con la cara pintada, mendigando, porque no se van a levantar cajones al puerto si quieren una moneda!
Pero todo esta bárbaro, sigamos así que se nos va joya, que la legalicen y fumen todos, que se venda en los kioscos así la única neurona que tienen se les quema, si no sirven para nada, y si es tan trucha que tiene veneno mejor, así se mueren retorcidos como ratas-
Su hijo lo sigue mirando fijamente, y el pulso se acelera, y la respiración cuesta. Y el paro

Dulce Delirio

Estas hermosa, tenes la locura a flor de piel,
me dijo devorándome con sus profundas pupilas negras.
Sus manos como serpientes danzaban al ritmo de la melodía lisérgica.
Mi cara chorreada, el maquillaje lacrimoso.

Salimos a la intemperie. Abandonamos el falso microclima.
El calor humano se desprende de nuestra piel con cada paso.
Es una noche de guantes prestados.
De mano en mano.
Literalmente.

Caminando por la calle, con una damajuana.
Nos sentíamos escupidos de la época, diría J.A

Entre conversaciones de animes de ojos grandes vamos a la plaza.
Parada.
Y con saliva de unos varios el loco de jopo pega un afiche con su cara.
Orgulloso. Es bello.
Pupilas impactantes.

Auto pistero, cuerpo plateado, ojos azul eléctrico, y un gruñido carrasposo.
Nos persigue.
Nos encierra.

-Salio la cerveza Duff, tomas una y quedas amarillo-
Petit pausa mental.

Palabras sin sentido. Palabras inventadas.
Y la real Academia.
Mis oídos detienen su funcionamiento. Mi cerebro analiza.
El vocabulario se haya denigrado, pisoteado,
desparramado por el suelo cual meo de borracho.
El lenguaje se ha deformado tanto…
Vuelvo a ser una mas del montón, a usar esas absurdas muletillas que no dejan terminar las oraciones,
las dejan inconclusas sin darles una muerte digna.
Son un simple esbozo de pensamiento desligado de cualquier otro,
volando por la atmosfera que alcanzan a percibir nuestros oídos.

Con cuadrados tallados en su rostro, y una oreja caída acariciaba a Bauer, el perro que vigila la plaza.
Hay sospechas de que sea la encarnación de alguno.
Hace poco se murió uno de los crotos.
Tal vez, tal vez no, tal vez son solo dulces delirios de falopa

¿porque llueve? pregunto nicolaspedrettifijman

¿Porque llueve? Me preguntaron
¿Por qué llueve?

Llueve porque las calles necesitan sacarse de encima tanta mugre.
Llueve porque a todos nos gusta ocultarnos bajo el paraguas, que aguarda pasivo el armario esperando salir.
Llueve porque necesitamos sentirnos vivos al notar el frío de las gotas en nuestro rostro.
Llueve porque en el fondo todos queremos saltar en los charcos.
Llueve porque los niños juegan con barcos de papel en el cordón de la vereda.
Llueve porque nos encanta caminar abrazados por las calles mojadas.
Llueve porque tenemos excusa para dormir la siesta.
Llueve porque los árboles se renuevan.
Llueve porque algunas personas necesitan llorar y es la ocasión perfecta.
Llueve porque queremos mirar películas y comer torta.
Llueve porque el mar se aviva.
Llueve porque no hay nada con mas pasión que un beso bajo la lluvia.
Llueve porque nos gusta atrapar gotas con la lengua.
Llueve porque el sexo es mejor con los cuerpos húmedos.
Llueve porque es una música tranquila.
Llueve porque todos comentan la lluvia por varios días.
Llueve porque necesitamos un cambio, como la ducha fría cuando estamos mal.

Yo no le encuentro otra lógica.

Lluvia

Me mojo. Llueve terrible.
Aunque tengo paraguas me mojo.
Y Mr. F preguntaba indignado porque llovía, y no lo entendía.
Me mojo. Pise un charco.
El zapato embarrado, una cara conocida se refugia bajo un techo.
Me sonríe, cruzo, saltando el charco menos pequeño.
Igual lo piso. Mis piernas no son de atleta.
Me dice que saldré volando como Mery Poppins.
Río. Me mojo.
Cuesta caminar, el viento me da vuelta el paraguas, rompiendo una varilla.
Un auto me salpica, me baña, de zapato a gorro de lana, porque solo un desquiciado andaría en pies un día como hoy.
Llueve. Alertaron temporal.
La baldosa floja.
¿El Chichi pensara que llueve porque escupen chinos en Corcova?
¿Pablo 1 seguirá negando la existencia de la misma?
¿B, en su hogar, en su no-hogar, detrás de la ventana, pensara que es porque esta prohibido?
¿Rodrigo pensara que yo pienso que llueve porque los pobres tienen sed?
¿O serán solo pensamientos volátiles, duraderos como las gotas que se escurren por la alcantarilla?
No se, solo se que llueve y me mojo.
Llueve desde la mañana, y los porteros no baldearon la vereda.
Llueve, y una vieja pasa paseando su perro en pantuflas.
Yo espero a que cambie a verde.
Y me encuentro con el ex verdulero de la esquina, le comparto un poco de paraguas,
Al menos por el tiempo que dura el semáforo no se mojo.
Llueve, y todo negocio esta cerrado, llueve y quiero comprar pan.
Llueve, y una gran ráfaga me eleva un poco, llueve y el muchacho conocido, que no es tan conocido porque si fuera así al menos recordaría su nombre, tenia razón…
Me elevo por el aire cual Mery Poppins, me elevo, me voy, me vuelo.
En esta noche lluviosa, me voy, por el cielo gris casi negro encapotado.
Espero final feliz, como Mery claro.
Me vuelo, en la lluvia, me vuelo.
Hasta luego, ¿o adiós?

un dia, tan solo uno mas

En la facultad dan una película italiana. Del ´40 censurada.

Post charla de la infancia.
Ella de pequeña golpeaba a los débiles.
Inocentes, con anteojos.
El guardapolvo rasgado, el pecho escupido, los anteojos rotos.
No sabía silbar. Se excusó.

Los hermanos recuerdan travesuras ¿teníamos un engendro te acordás?
(Ahí perdí conexión con la conversación imaginando marcianos en formol)
Vi Aliens 4 veces, va tres, uno resulto ser una luz de un edificio.

Se murió Michael Jackson,
La gente se alegro, fanáticos lloraron.
Otros no se enteraron…
Ella dijo no saber nada de la vida de M.J.

¿Qué me mirabas?
Yo no te miraba, si no viniste.
Estaba yendo,
Cuando me di cuenta que aun no me había levantado de la cama.

Una chica se droga con las pastillas con las que el psiquiatra droga a su madre.

El muchacho alto que anda en skate por las noches en su barrio,
Usando la luz del lavadero de autos, con permiso, no tenía plata para el bondi.
Dos rastas le regalan porro y plata.
Sonríe, y piensa, aun hay gente buena.

Bufandas de abuelos muertos residen en los cuellos de los jóvenes.
Generalmente, a cuadrille, colores oscuros.

Tengo una locura grave, o aguda… ¿Cómo se dice?
Esdrújula.

No se, solo se que el arte se rebaja en una esquina, a la mendicidad. Y mi hermana no lo entiende, a 400 Km. es difícil de explicar.

el auto de V


La ola se acerca sumisa, intrépida. Se anima tímidamente a mojar mis pies.
Ahora tengo un dejo de espuma sobre los pies fríos, inmóviles casi inertes. Ampolladas las plantas, crecidas las uñas de raíz.
Mi cuerpo esta roto, ya no quiere funcionar, todas sus partes están dañadas deterioradas.

En el arco iris se ven reflejados la multiplicidad de colores, las diferentes esencias perfectamente acomodadas a escala.
El sol hace ya algún tiempo que no sale a jugar en días de lluvia.

Las gotas van humedeciendo poco a poco mi cabeza.
Y los rayos dorados que calientan mi espalda son un perfecto contraste.
Estoy esperando verlo.

Saco granos de arena de mis zapatos.
Frena un hermoso y viejo auto.
La música que sale de la guitarra azul del chico de ojos verdosos que manejaba me introduce en una escena de una película francesa, como si la imagen se congelara, con la vista mirando al frente, y cambiaran de plano las secuencias que ocurren detrás. Es una melodía triste, decorada con su voz carrasposa y cambiante de tono y volumen.
Dentro, una mariposa, con mezcla de polilla mutante revolotea en el auto, golpeando su cara contra los vidrios empañados.
El con la mirada tranquila, descansando en el asiento trasero del auto, dibuja espirales en mi rostro, mientras juego a manejar con ese volante fino.

Vereda

Mi nariz gotea incansablemente, dos chicas se maquillan estrambóticamente en el cordón de una vereda.
Aun no entiendo la frase “mis palabras con pólipos”

La muchacha morocha, con su gran carisma que no necesita de narices de colores tiene la ropa sucia por el vaho de las antorchas.
Ella tiene a Sedna guardada en un bolso. Doblada, un poco arrugada.
La quiero de vuelta, aunque sea sucia y despintada.

La pelota rueda hacia la alcantarilla.
Esta al límite, ya al borde del abismo.
Una patada que raspa el suelo cual jugador de béisbol la salva de caer y perderse en aguas cloacales. (1)
Abstract 1: de chica siempre pensé que las cloacas que hay en las rutas eran pasadizos secretos usados en las guerras.

Por la misma vereda, pasa motorizada una familia en sillas de ruedas eléctricas.
Es un cuadro impactante.

En frente, una pareja de lesbianas abrazadas caminan a la par de una pareja con síndrome de dawn.
Los cuatro tienen igual estatura y largo de cabello.

Los helicópteros custodian la zona. Y remueven partículas de locura en el cerebro de ella, alterando sus sistemas mediante la audición.

Un travesti joven, recién salido del vientre alquilado cruza hacia la plaza.
Se interpone en la imagen un camión de basura.
Siempre quise andar en uno.

Irrupción de pensamiento. Un truco de magia acaba en mi oreja.

Una pareja realiza un asco sexual/acto sensual.

Ella dijo tener dolor de nalga, yo de espalda por tener la capucha puesta.
(Las ropas me hacen presión. A veces no me dejan salir, y me quedo atrapada entre las mangas.)

Hermosa visita, extrañaba el ruido de delfín que haces con tu boca.
Me voy completa, el pochoclero me regalo garrapiñadas.
Solo por sonreír.
Mama me dijo que estaba loca, el tío también.
Hay que disimular en las cenas familiares para no tentar la lengua de los adultos.

LPM reflection

De pronto se pone verde. Un ultimo adiós y salgo cruzando la avenida. Saltando de raya en raya, de línea en línea. Estirando mis piernas como atleta, de salto de garrocha, sintiendo los músculos calentarse al punto del próximo desgarro culpa de no ir a entrenar y quedarme en la plaza, en la otra, en la grande, lpm.
Fumando el tiempo, verde por cierto… tomando blanco dulce y unas rubias. Riendo, hablando recitales y free style en el aire. La música en boca, en grito de garganta post carraspera el humo. Las miradas sensualmente picaras. Tu voz, mi sonrisa. La llovizna que acecha de a ratos. Noticias noticias. El nuevo intendente, los candidatos, el presidente secuestrado en un país con calor y sudor, acá la nariz chorrea el invierno. Rebelión de los pueblos, se transforma a objetos de risas como Michael Jackson.
Recuerdos de marchas y manifestaciones, la cumbre, el saqueo al havana.
Y el estudiante repartió bombones a los compañeros.
De noches descontroladas, cestos prendidos fuego, tachos de basura pateados, vidrios rotos, amaneceres recostados en los arbustos, pérdidas de llaves…
El amigo ausente, ¿ataque de la gripe porcina? … la porcigrip, la gripe del chancho.
Suspensión de clases, dos semanas más dos de vacaciones hace al mes sabático.
Instrucciones de cocina casera, aprendiz del abuelo.
Películas de terror, la iglesia mastica sesos, amigos perdidos en rehabilitación. Membrillo membrillo membrillo. Abstinencia.
Tarde cultural. El verde que vuelve, el frío en el pecho, la bufanda de lana, cansancio en los ojos, caliente roja el alma.
También la sangre. La pelea feroz sangrienta de insultos y blasfemias. Rencores, borrachera temprana. La ropa estirada, el zapato perdido, la cara cortada… el parpado hinchado, las manos sucias, muy sucias.
Fueraadioschaubasta expulsado de la manada cual jauría. El rechazo.
Movimiento en la plaza, irrupción de silencio de calle nocturna, de bocina.
Se ven las siluetas perplejas, se acercan de a poco los niños intrépidos que jugueteaban tarde en la noche, en la plaza, un día de semana. Se ve que el encierro del día previo, temporal, nos afecto a todos.
Chismosos, se ocultan detrás de los árboles, espiando la secuencia. Escurridizos entre las luces se divisan sus siluetas cual duendecillos.
Unos adultos acuden, hablando con cuidado, despacio, con temor… simulando respeto.
No vaya a ser que liguen una ellos. Consejos de padre…
Una bandita de skaters mira hace rato, agita, pero a lo lejos, arriba de la otra rampa… como un fuerte, o una colina. Luego de un rato cruzan a nado la rampa y llegan algunos hombres valientes a hablar, preguntar, y conseguir una seca de paso.
Y el salivoso queda sentado, solo, sangrando .la mirada fija, el labio temblando, el moco tendido y la vena latiendo.
Nos vamos, juntos, desparramados, nulos, a pie pateando.
Miro mis manos vacías de victorias. Violetas, no por pintura, violeta la sangre congelada. La mano muerta, olvide su tapado de lana, de niños chiquitos prolijitos de colores varios.
Ya estoy en la esquina, el camino me inspira, me agita el tiempo, me ocupa el trayecto.
Llegue con la lluvia que hace rato amagaba, lagrimas derramaba, pero ya largo el sollozo.
Le puerta iluminada, llego. Carita mojada, la espalda torcida y la mirada turbia.

viernes, 26 de junio de 2009

Tempestad

Vine por ti bajo la lluvia,
Pero te has ido por la alcantarilla,
Al igual que las hojas perdidas de los árboles
Y la suciedad urbana que se hallaba desparramada
Por los cordones.

Tu nariz flota ahora entre las aguas estancadas bajo tierra.

Y la oscuridad carcome el brillo de tu pelo.

La calle esta desierta,
y el viento estampa las horas en mi rostro.

Mañana será un día luminoso,
La tempestad se ira con el correr inexorable de las horas
Reflejado en el frío escenario del reloj.

azul

Azul, como su mente creativa.
Azul, al igual que la brisa, azul… volátil.
Sangre azul, cuasi únicos. Especies en extinción.
Locura azul interplanetaria.
Sonrisa psicodélica, azul.
Azul su aura.
Azul la inspiración.
Color fuerte, seguro.
Azul, ser mutante.
Azul oscuro es tu lado oculto. Tu locura agresiva… comecerebros.
Mirada azul feroz.
Palabras frías azules rasantes.
Profundidad de tus ojos azul seguro confiable.
Tu sudor frío azul cristalino.
La melodía azul, música liberada por tu boca.
Fusión de universos.
Tu aliento azul frío invierno.
Tu textura, de frágil contextura azul, viento intocable.

Bizca los ojos

“voy a votar a la ex gorda” , dijo.
Hoy me asombre al ver a una nena de seis años decirle a su padre que estaba prefectura.
Que horror, diría B.
Una familia constituida por padre madre único hijo canta en la calle.
Con una pandereta. Y el niño sonríe, con un gorro de lana rojo en su cabeza.
Es como una película rusa de los ´30 o algo así.

Encuentro místico. Ya no me sorprende.
Voy a visitar el mar, y me da besos fríos y salados en todo el cuerpo.
Hablamos de la infancia.
De sapos pequeños, de huidas de hamsters, de encuentros de pingüinos escapados del zoo, de víboras perdidas y encontradas enroscadas en el CPU, de caracoles paseando por la casa. De tortugas comidas por las hormigas.

Viajo el sábado, así no voto. Hay que huir. Y el fiscal de mesa no tiene DNI.
Me mordió un perro. Termine con la hija de la dueña fumando en el auto. En pijama.

En la vereda
Delante mío
Camina una señora.
Rapidito
Con zapatos anticuados,
U ortopédicos, que se yo.
Mira para atrás
De reojo
Cada tres o cuatro pasitos.
Me tiene miedo, o lastima, o preocupación
Se ve, se siente, se huele.
“si supiera que con la plata que tengo para pegar llevo mas dinero que ella”
No tiene porque temer.
Pobre, comiendo su barra cartón transgénico 0%
Y yo saboreando el dulce de leche de las facturas en mis dientes.
Pero nose que pensara Cormillot.

El chico morocho que acaba de pasar tenía unos increíblemente grandes ojos azules.

Paso por una cuadra, un cartel de una obra de Evita cuelga en las alturas. Y al lado la decadencia desnuda argentina. Patético contraste.
En frente, una mujer canta una canción de flamenco con castañuelas por una moneda.

Entro a un kiosko. Me atiende un señor mestizo. (Creo que nunca use esta palabra)
Se levanta, me observa.
Yo le pago todo en moneditas. Y se pone contento. Hay una crisis de escasez.

Devoro. El estomago cual globo. Pero me encanta.
Veo formas en la comida como cuando niña.
Mi factura de dulce de leche tiene cara de tobogán.
Que dulzura de desliz.

Situacion 7

Tres personas presencian la demolición de un viejo teatro.
Plan de derrumbe.
Un niño suelta un globo rojo que se vuela por los aires.
Un viejo titiritero se detiene, ojea
Y sigue su rumbo de pasos cansados hacia la plaza.

Un colectivo se retrasa.
El aliento de la gente se visualiza cual humo al chocar con el grado bajo cero.
Sus cuerpos duros, como cuellos ortopédicos de tanto emponche.
Un linyera con su rostro colorado dormido junto al cordón.

La plaza sombría.
La playa vacía.
La ciudad fría.

Tan solo a unos pasos,
Tras las rejas oxidadas
Se encuentra un jardín secreto.
Donde un olmo le sirve de cobijo a una pareja de gorriones.
Y los nísperos maduros decoran la superficie verde
De los pastos crecidos.

finDsemanalargo

Al ingresar al lugar recibo un abrazo calido inesperado. De segundos.

Un hombre latino, colorcaribe, delgado… sube al escenario, se mueve como marioneta al son de la música, diciendo frases por sobre las pistas. Baila eróticamente, sensual.
Sube una silla al escenario, y cruzado de piernas, con sus botas rojas afiladas, dirige una clase.
Y el otro, me recuerda a un personaje de película, que jamás sabre a cual ni su nombre, pero su pelo negro lacio, chorrea bajo un gorro negro de galán en traje.

Esta ella, ya sabia, ella también. Nuestros encuentros son psíquicos.
Retribuciones perfectas y justas, en el momento preciso exacto. A los pulmones, la mente, la sed, el alma.

Aquel loco bello, único extraño, danza rápido. Como si la música en sus oídos retumbara a otra velocidad.
Baile de conejito.
Y la risa eufórica… despampanante.
Y hay que decirlo cuando uno no esta de acuerdo. Así impulsivo.

Por suerte mis visiones no jugaron en contra, me advirtieron.
Descarte antes.

Azul, azulado



Tiempo atrás la intuición.
Azul.
Color seductor que nos quiere atrapar.

-No corras que tengo frágil la cartera-
Gritaba, mientras nos escabullíamos de la ciudad.
Adentrando en los arbustos,
camino al mar, azul.

No nos dejemos caer al azul infinito, caminemos por el verde.
Verde Saturno.
No quiero estrellar mi cabeza en las rocas.
No hoy, no ahora.

Mis pies duelen, pero no dejan de avanzar.
Sus pulmones vomitan, pero quieren seguir recibiendo dosis.

Y mi inconciente cumple su promesa.

Sentías lleno tu interior, cual vida dentro del vientre.
Nos miramos, estamos solas vos y yo.
Te conozco más que a mi misma,
Y viceversa.
Nos tomamos de las manos, nos las apretamos.
Nos clavamos las uñas,
Nos arañamos los brazos, los codos, los hombros, y las mismas manos.
Cada vez más intenso, mas profundo,
desgarrador.
Necesitamos sentir al máximo.
Y el dolor nos brinda alivio.

Las extremidades rojas.
Traspasamos ese dolor a las paredes.
Pero lo único que duele ahora son los dedos,
ellas frías inertes, nada sienten.
La pintura queda enredada en nuestras uñas.
Y las escrituras en los azulejos disimulan los rayones.

Los cuerpos se fragmentan,
encajando perfectos con otros que no comparten su piel.

Tu cara que se oculta detrás de mi beso jamás dado.


Planetario Junio 09

Conexiones


Siento sensaciones ajenas.
La necesidad del otro, la ausencia.
En mi cabeza, sus pensamientos.
Poderes, magia, la intuición cotidiana aumenta.
Lo siento. Y ellos también.
Hechicera, me dijo una vez el flaco de voz especial.
El mismo que ahora me traspasa su música.
La melodía de su alma esta en mis oídos.
Adentra a mi cerebro. Cierro los ojos.
Las voces que yo sola ahora escucho, se que son el eco de sus cuerpos enmudecidos que me acompañan, me rozan, y me tocan para traerme de vuelta.
La música en boca, en grito de garganta post carraspera el humo.
Ya antes agonizaba por las noches mientras se aparecía en mis sueños.
Yo lo rescataba de lo mas simple, el me llevaba a lo complejo.

Confío en mi instinto desafiando a la gravedad. La bestia siempre es sabia.

Llamados de auxilio.
Nos vamos juntos, desparramados, nulos, a pie pateando.
Ahora estamos juntas, perdidas, entre los ruidos nocturnos y luces cegadoras.
Rompemos las fotos de esas caras que nos azotan por las cuadras, con sus falsas sonrisas y sus hipócritas promesas.
Todo esta húmedo, los cuerpos acalorados.
Una repentina ráfaga nos envuelve.
Las baldosas tiemblan, el piso se mueve, y las piernas caminan solas.
Separadas del sistema nervioso.
Descontroladas.
Vuelve el ser de la sonrisa desarmada, de la mirada macabra y nariz negra.
Hincándole el diente a las mentes magistrales tras una coraza artificial.

Ombligo observador.
Ser especial, frágil.
La lógica, la razón no son validas en este juego.
Hay infinitas respuestas, o tal vez no exista ninguna.
Yacía inmóvil, enmudecido.
Ella con una mirada le absorbió la tristeza, y la elimino en llanto mezclado con risas.
Necesitas estallar, tu cuerpo como piñata ya no lo soporta.

Y el destino, dejo una aguja enredada con hilo verde en mi cartera.

16 de Junio

El tiempo me corre, me apura, lo imagino grande, con patas como el de Alicia en el país de las maravillas.
Precipitada, así agitada. Así.
Las responsabilidades me tironean son como monstruos que sacan sus manos flacas cual raíces, sujetándome de las piernas.
Demorándome, desviándome del camino, llevándome por otros afluentes, alejándome del principal.
Y estoy hundida en la ciudad, mareada por sus luces, embebida en el humo toxico que destila.
Las ideas. Las gentes arañando mis ropas, tironeando mis crenchas.
Rasguñan mi cara.
La ciudad me deshumaniza, me despoja de todo lo que soy para dejarme sola desolada.
Y llego al objetivo, la mente en blanco, nublada, ciega.
Solo eso quiero, el, eso, el único azul azul.
Y la depresión total, profunda., intensa.
Me despido, me alejo del factor lo más rápido que puedo.
No tuerzo el cuello, no miro atrás.
Voy hacia adelante, aunque los pies me pesan y el cuerpo no sabe sui quiere desplomarse para no levantarse jamás, o si quiere correr velozmente con una potencia extrema y remontar vuelo cual gaviota.
Yendo al nicho por inercia me topo con dos payasos altos con sus caras blancas y un formal traje con detalles rojos a compose con sus narices.
Me arrancan una tímida sonrisa que no quiere salir.
Uno me regala una flor de globo, y me voy así impulsiva, así caminando rápido.
Hoy me permito estar sola, hoy me permito ahogar el llanto como quiero.
Hoy me lo permito. Para mañana levantarme más fuerte, mas decidida, mas prevenida.
Más más más.
Para seguir hoy paro.

Dia de perros

Salimos masticando el cadáver del almuerzo. Al point. Rápido, ansiosos. Con el buzo colgando, la mente nula.
Allí pega el sol en la espalda, el pasto es más verde, se escucha el barrio tranquilo.
Volamos, nadamos.
El árbol visto desde abajo forma una inmensa ola.
Y surfeamos en ella. Relajamos.
Si hay flower power mejor, mas intenso.
Y era uno de esos días.
Preparábamos para luego, repartíamos aquello a falta de capital.
Levitábamos
Un perro ladra, es un sonido punzante, molesta al tímpano.
El ladrido nos va a delatar.
Caen dos muchachos en una moto chillona, divisamos sus cuerpos entre el matorral que bloquea la entrada.
No me precipito.
Intuición non- civiles.
Baja uno, con la cara roja, la boca seca siempre abierta, los ojos perdidos, alagunados.
Pregunta por su perro, tras perra blanca.
Aun queda la mitad, reposando sobre mis dedos adormecidos, consumiéndose por el viento.
Se van.
Aparece un Golden lindo, atolondrado, baboso, excitado. Corre y corre.
Se revuelca, se queda.
Aparece el primero. Ladra.
Ladran
Corren, estrenan su nuevo shampoo sobre sus lomos brillantes y sedosos.
Buscamos sus dueños, con el cerebro hinchado, riendo, tropezando.
En un abrir y cerrar de ojos desaparecen, sin dejar rastro.
Nos busca amigo en el auto veloz. Ingresamos a la capsula.
Una melodía de jazz extraña se cuela por mis oídos.
Una batería la detona. Los tres en auto. Crecimos.
Llegamos al curso, los otros ojos miran curiosos adentro de los míos.
Buscan la explosión de las venas que quieren masticar las pupilas.
Aparece un perro vagabundo, manchado, buenudo, oloriento.
Se instala.
Todo se revoluciona.
Risas, pánico, desconexión.
Movilización de superiores.
Se lo llevan, arrastrando, a la fuerza, llora y gruñe.

Yo tengo un amigo que ladra.

Invierno en puerta

En un rincón de la plaza hay una especie de alcantarilla.
Profunda.
Dentro de esta los duendes capturan los objetos caídos, mientras se ocultan entre los centenares de hojas secas que reposan en el piso.
Apoyo mi cara contra la rejilla, siento el frío acero en mi rostro.
Oigo movimiento, y el eco de mi respiración.
Miro miro.
Vuelvo a sentirlo, fuerzo la vista.
El enrejado se marca en mi cara.

Tocan mi hombro, me sobresalto, es un amigo preguntándome por los otros, me cuenta que uno esta preso desde la noche anterior por robar peras.
Me río, mientras me incorporo. Me abrigo, saco mis guantes rallados a colores de adentro del bolsillo. Y estiro la gruesa chalina hasta cubrir mi nariz por completo.
Saludo.
Voy rumbo a casa, por inercia, imagino la situación, el lugar calido, unas milanesas sobre el plato, con queso arriba. Y papas y batatas.
Pero me detengo al pasar por una librería pequeña, ubicada en una esquina. Entro por una puerta chiquita, de ella pendía un llamador de ángeles. El ambiente estaba oscuro y olía a tabaco añejo y a esa humedad que despiden los libros antiguos.
Casi no había espacio para caminar, puesto que las torres de páginas amarillas irrumpían el paso.
Después de merodear entre prólogos, me decido por uno, cuya edición es la primera, la única, la más vieja. Me acerco a un mostrador donde me atiende un muchacho joven, delgado, con una remera de Pink Floyd y unos anteojos que agrandaban sus pequeños ojos marrones.
Dentro del libro una nota: “y espero a que llegue la pintura para embeber el rodillo y deslizarlo por las paredes de mi cuarto”
Tomo el libro entre mis manos nerviosas, y salgo por la puerta pequeña que cierro tras de mi levantando el polvo sobre las torres.

¡que pena!

La locura que adentraba por sus venas cansadas de tanto pinche recorría su cuerpo que estaba en venta detrás de la vidriera.
El tiempo había convertido su vida en una decadencia.
Ahora se encontraba en videos para mayores en cualquier hotel.
Jugaba una carrera contra el sistema, contra los años, contra el maldito tiempo.
Salir de esa rutina antes de que se lo comieran los gusanos.
Era difícil sobrevivir en los bajos de Barcelona.
Los lunes debía hacer espectáculos en el hotel Clavel con tres hombres mas, luego los ingresos eran divididos en partes iguales.
Durante el día dormía, y el terror se adentraba en sus sueños que pasaban a ser pesadillas.
Su familia nada sabia de el, no conocían su paradero y no se relacionaba con teléfonos o la computación como para tener algún contacto.
Con los años habían borrado la imagen de ese muchacho que huyo, y solo recordaban una vaga figura del niño que fue. Su madre solo conservaba una foto de un campamento que recurrió cuando niño, la mirada picara… si solo supiera lo que sucedió esa noche en la carpa. Pero mejor así.
Cuando los sueños de un hijo profesional se ven desplazados por un joven que cobra por hora no se siente muy bien.
Una vida social fracasada pensaba, mientras tiraba todo lo que tuviera su marca.
Incluso el documento, con esos dieciséis recién cumplidos se adentro en las calles oscuras y jamás volvió. Cambio su nombre, y no lo reconocerían ni en el cementerio.

Patin

Un hombre pelado juega en la rampa de skate con un monopatín.
Da una vuelta, dos, tres.
Sonríe.
Llega su familia, una mujer, un niño y una nena, la cual salta a su alrededor.
El hombre pide permiso a los muchachos que están sentados en la olla de skate, asienten, y el hombre se desliza por el borde, y apoya el monopatín cuidadosamente.
Su mujer sonríe, y mira con cuidado a los muchachos.
Uno toca un tambor de latón de pegamento. Los ruidos acacerolados combinan bien con la secuencia.
Un muchacho con múltiples aros en su rostro llega al cuadro.
El hombre le pide consejos y este termina saltando con el monopatín por la olla.

La niña juega a treparse por la rampa entre graffitis, cadáveres de vino y escupidas.


- hace media hora que la birra esta en el suelo, y aun siento una sensación rara en la espalda, porque estaba detrás mío, y sabia que no podía entregar mi cuerpo completamente en el banco-

- amo comer en este estado porque siento muchísimas sensaciones, es como si los gustos migraran al cerebro-

ELLA

El micro, cual cafetera estaba plagado de gente. El ambiente era puro bao
Sus bocas se movían, y volando en plena sintonía pude captar la sucesión de voces.
Apreciar cada conversación insólita. Mil voces no sincronizadas. Al cerrar los ojos el mareo. Un negro tamizado en grises que gira y la nausea.
Me evaporo de la situación, migro hacia otro espacio dentro de mi mente.

La encuentro a ella, quien se apareció luego de una noche loca, de ideas coloridas, una noche donde gire en un planeta ocre con el, una noche donde mi amiga vio galaxias en un aro plástico.
Ella vino en la resaca de la locura, cuando escuchaba dos músicas a la vez.
El oído izquierdo estaba atento a el piano que interpretaba una lenta canción atípica.
Mientras que el derecho escuchaba atentamente a los pibes, a ellos, los libros andantes, donde la base hecha con sus bocas es una pagina en blanco, y sus voces improvisadas la rellenan con historias, hacen arte con arte, ¿serán Románticos del siglo XXI?

Volvió a quien mi amiga llama Victoriana, una niña en crecimiento, mirada picara, grandes ojos negros, cabello muy corto negro uniforme, viste de colegio pero un poco rotosa. Tiene las piernas delgadas y una piel blanca. Sostiene unos libros y una planta en su otra mano. Aun no puedo plasmarla sobre el papel. Aun no puedo resolver quien es ella, que quiere, y porque se aparece en un rincón de mi mente.

visiones


Tres días a puro cambio climático,
Ahora es tarde a la noche, la plaza desierta,
llovizna finito pero alcanza para mojar mi tapado negro.
No hace frío por la humedad, mis ojos ven un hombre donde hay un arbusto, dibujan a su antojo presencias que no existen.
Con un palito de lo que solía ser un algodón de azúcar trazo en la arena mojada un dibujo abstracto.
Escucho un silbido agudo seguido de un ladrido grave.
Me dejo vencer por el sueño momentáneo.
Recibo una patada de chancho en el colectivo. Despierto.
Y veo a Fito Páez corriendo por los acantilados, descalzo en bermudas, y canta al ritmo del salto de sus pies. Despierto.
Recuerdo cuando el me contaba que se acostaba rendido para dormir en un profundo sueño hasta el día siguiente. No solía acostarse sin estar agotado,
odiaba el hecho de girar en la cama… escuchar el vacío.
Y sobre todo pensar, recordar, analizar.
Ahogarse en preguntas, y enredar las ideas como las sabanas.
El insomnio aparecía, y todo era más difícil.

deja de maquinarte!

Todo se ve diferente de noche,
con el estomago relajado y adormecido después de lleno, cuesta mas pensar.
Confundo las calles, del otro lado de la línea, ella también esta perdida, imagino sus ojos grandes moviéndose sin parar, sus cabellos negros divertidos bailando al mover su desorientada cabeza.
Damos vueltas, juramos Bolivar y es Córdoba.
Espero en el semáforo de la esquina del restaurante chino, la gente de adentro me mira desconcertada mientras mueven sus bocas, escupiendo pedazos pequeños de comida al hablar.
Mi garganta duele, me advierte un resfrío. Y el chaleco de arco iris no abriga mi pecho.
Los hombres se comportan como animales, ¿Por qué siempre me siento en una jungla?

Una bicicleta pasa delante de mis ojos, la conduce un hombre de larga barba gris y blanca, con un gorro pequeño rojo, una larga tunica blanca, y zapatillas “All Star” azules, ¡ que loco la globalización!

Una vieja camina lento, apoya cuidadosamente su bastón en cada baldosa.
Y veo como el tiempo deja su marca en las personas, los devuelve al ciclo.
De abajo venimos, por años olvidamos nuestras raíces, aunque los pies siempre están en el suelo. Cuando viejos nos encorvamos, como si quisiéramos enterrar la cabeza bajo la tierra cual flamenco.
los días dejan surcos de ríos secos en la piel… los huesos se agujerean y debilitan, la movilidad es cámara lenta, la memoria no quiere levantarse, y los sentidos se van alejando para nunca regresar. En los ojos se ve una laguna, agua tranquila. El cuerpo es mar sin olas ni disturbios… la correntada de la adultez ya paso.

Me siento observada, cruzo de calle siento una nube negra sobre mi cabeza, cual dibujo animado.Pero me doy cuenta que la lluvia eran solo niños tirando agua por el balcón.

- nena tenes la mochila abierta -
- no, esta rota, gracias igual -


Enfrente “los otros” escuchan cumbia, lucen distinto, una rubia teñida le canta “gato resentido” al novio. Un muchacho se aparece con una moto azul las chicas se abalanzan sobre el. Y uno dice “ahora es un galán”

- ¡ey!-
- Menos mal que llegaste-
- ¿por?
- Yo me entiendo. -