domingo, 28 de diciembre de 2008

MAR.mar.Mar

Historias de aguas.
Historias aguadas.
Historias de agua.


I

El solo piensa en las olas del próximo día.
Ya imagina la sal en su garganta,
Su cuerpo frío,
Su cabello mojándole el rostro,
Las gotas sobre las pestañas aguardando la caída.
Y las quillas contra la pierna.
Sangre – mar
No existe
Existe insignificante
No existe.
Sonríe.
Llora.
Ella nunca pidió trapos de seda. Solo muñecas de trapo.
Obtuvo muñecas sangrantes en el lavatorio.
1, 2,3 gotas. Y el trapo envolviéndolas.

Reflejo imborrable.
Revuelco de ola.

Y desalojo en la orilla, raspado de arena.
La mano calida en el hombro, una sonrisa que deslumbra.

Alucinante viaje, solo ¼


II

Despertó con la música que ensayaba el río
Tras una noche de cataplasmas, sinapismos y ventosas
El estilo GGM
Soñoliento sentose en una piedra mohosa, por miedo a las sanguijuelas.
Su cuerpo moreno se introdujo en el agua. Un escalofrío recorrió sus muslos.
Escuchó un canto lejano.
Bajó. Profundo. Profundo. Me hundo.
Atontado del sonido.
Especie de sirena.
Extraño ser de agua dulcesalada.
cola turquesa, anaranjada, fucsia
Fucsia.
Y su cabello enrulado, rojizo y dorado.
Los dientes perlados.
Bella, bellísima.

Y lo encontraron entre las rocas.
1,2,3
Escupió agua salada de su boca.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Aristóbulo



Tenes un perro en la vereda, dijo.
Si! Y un gato en la alacena, un ratón en la basura callejera, y un loro en la heladera!,
Exclamo.
Y al no encontrar ninguno, se fue a la plaza, bajo un farol a besar a su chica de flequillo rubión, desparejo.
Cuando la boca comenzó a secarse, cruzaron al bar de enfrente.
Con paredes de ladrillo, una luz importante en la mesa, donde bebieron y sacaron fotos.
Pasaron las horas, y la gente fue desapareciendo. Sin notarlo.
Se levantaron tranquilos de la mesa, ella tomo su saco cuadrille, y el tomo el ultimo trago que quedaba en el culo de la botella de cerveza. Rubia también.
Fueron a su departamento. Subieron en el ascensor sin hablar, solo mirándose a través del espejo.
Sonrisa, y ojos trasnochados.
Ingresaron. El ambiente olía a flores añejas.
Silencio. Silencioso. Silenciacion.
Recostaronse en el sillón blanco. Besaronse. Desnudaronse.
Y al terminar la velada, ella cogio nuevamente su saco cuadrille y se despidió con un beso abrasador en su mejilla izquierda.
El se hizo un licuado de banana, y fue a su cuarto, donde bajo las fotos a la computadora, y edito.

El Manifestante


Cerro la puerta, como si cerrara una etapa, la dejara atrás.
Atrás.
Se reúne en la plaza, con la bandera pintada en sus ojos, y el alma puesta en un bombo.
Grita con ilusión.
Y se rompe, se rompe. Yace bajo la sombra de un árbol moribundo, seco, sin brillo.
Sus ojos ya no irradian una luz rosada, como su mundo, que ya no es de rosa.
Una pluma cayo lentamente delante suyo.
Todas las ventanas, las cacerolas, los cuerpos. La remera negra, oscura.
Se han comido su manzana. Y su esqueleto lo sujeta una mano de bruja.
Una niña me mira fijo, mientras acaricia su conejo.
Su vestido se vuela con el viento, y sonríe al estilo mona lisa.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Ventolines


Ahí están, los estoy viendo, creo
Reposando sobre una roca mojada
Jugando con las algas que se enriedan en sus dedos
Sumergiendo sus pies bajo la espuma del mar.
Si, son ellos. Con sus alas de color verde,
Un verde vivo, vivo.
Son suaves, protectoras.
Unas alas que nos cuidan del frio y del viento.
Esa piel amarillenta, de difícil tacto.
Llega a mis ojos el reflejo de los suyos, impactantes
De color blanco cegador, perlado… blanquisimo
Grandes, redondeados.
La simpatía se desprende de sus orejas rasgadas.
Y sus gorros de genio poseen colores radiantes.
Se van,
Van a cumplir su rol, su impulso,
Donde haya un pescador cansado,
Un pescador en riesgo.
Allá van, con su bondad mágica
Ahí van a ayudarlos, a soplar una brisa para llegar a la bahía.
Llega el pescador cansado, pero sonriente
Lo ha logrado, ha llegado a destino.
Y los ventolines sonríen, su alma se revuelca de gozo.
Y vuelan juntos,
Felices
Satisfechos.

viernes, 12 de diciembre de 2008

a Marechal,


Jinete, viajero de color abstracto
Nos haces sentir testigos de tus palabras.
Me encuentro sentada en el bosque, bajo un laurel similar al de la Melancolía
Pero sin lechuza de filosofar.
Siento la presencia de la Elegía cerca,
Percibo su aroma, la veo corriendo entre los arbustos,
Como sombras que brotan del error
Escucho su risa mezclada con el ruido de las ramas al ser pisadas.
Oigo el grito ensordecedor de una mariposa cuando ella corta sus alas.
El río no canta para los ombues porque ella lo ha obligado a callar.
Pero allí apareces tu, con los ojos tristes y el corazón gastado
Como el escritor que quema sus libros; sabes que será lo mejor.

Y yo, testigo de su muerte siento el impacto en mis adentros, mi cuerpo no es capaz de despejar aquellas incógnitas fatales.

La ecuación es nula.

10/12/08

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Carrusel Sideral


Monday

Recostada en la camasillon, fumando sahumerios, y comiendo dulcera escucho a Cortazar mientras me lee. Su voz única, carrasposa, suave parece susurrarme al oído. Me conversa de amores, de ceniceros sucios, de gotas y relojes.
El ambiente caluroso, con techo encapotado rodea mis brazos.
Mi cabello tiene sabor a mar. Mis hombros están teñidos de un rojo cereza que combina con mis mejillas y mis ojos.
Y me imagino allí, a su lado, mientras graba sus poemas en discos de vinilo.
Espero ansiosa a mi hermana, para recostarnos juntas a escucharlo.
Miro unas fotos, ojos profundos, copas de árboles, y lío de palabras y sombras.
La tarde silenciosa, sumisa. No escucho ruido en las calles.
El perro esta cansado, duerme detrás de mí.
Pienso en mis elecciones insólitas.

Tuesday

Y los nervios que carcomían mis venas, se volaron, sujetaron sus sombreros de paja y migraron a otras manos sin uñas, me di un baño eterno, donde no existen los minutos, si no gotas de agua que caen por mi figura. Se cuelan por mis labios vitalizando el cuerpo cansado, gastado, usado.
Piel sedosa, sedentaria, sedienta, sedante, sedativa, seductiva.
Mis pies dejan manchas de agua en el camino. Inevaporables manchas de presencia.

Wednesday

Gira, gira, gira. Y el mundo se transforma, se desfonda, se deforma.
Veo manchas en lugar de caras, veo formas en lugar de cuerpos.
Arriba todo celeste, abajo gris, y en el medio las mezclas color arco iris.
Y vuelo, desplego, despego. Me pierdo por momentos, se estrellan las agujas del reloj, se vuelan los calendarios. Y todo parece detenerse, todos menos yo.
Flashes, sueños, alas, planetas.

Carrusel sideral,
Carrusel sideral,
Carrusel sideral.


(los siguientes los pase en otra galaxia sin nombre, aun no la descubrió Colon, ni los hermanos Pinzon, pero el caballo rosa y naranja del carrusel me expulso de su lomo, dijo que le estaba pesando mucho, )

jueves, 4 de diciembre de 2008

Quiero


No lo deseo.
No lo quiero.

No merezco esta caminata pesada, este sueño sin sueños, este estado estrujado.

Bastante
Aguante
Siempre…
Te
Amo

Y no quiero
Y no lo deseo.

La niebla la recubre, la mantienes inmóvil.
No deja que la luz entre al alma y que la perfore
Para salir al camino.
La desdicha, la desgracia, la desnudez
La des. El des.
El desamor, el desencanto, el desarraigo
La des, El des, los des.
Los desfavorecidos, los desamados, los desanimados.
La des, el des, los des, las des
Las decepciones, las desilusiones, las desintegradas.

No lo deseo.
No lo quiero.

No a la oscuridad, no al shang, no al gris, no al encierro, no a la tristeza, NO.

Blanco
Amor
Sentirá
Toda
Armonía.

Y no lo deseo,
Y no lo quiero.

trance pre final


Así.
Así de picante se sentía.
Como la salsa tabasco.
Corría por mi garganta una sensación picante.
Mi sangre roja, al igual que el ají.
La tuya, anaranjada,
Como el atardecer
Las flores
Mandarinas
Y una canción de Cranberries sonando de fondo.
La muñeca de porcelana me guiña un ojo.
La arrojo por la ventana. Maúlla un gato.
Y vos seguís pintando la habitación.
El naranja no mancha, decora.
Fernet.
Del techo surgen manchas, dibujos, espirales y arabescos.
Sonreís, no decís nada.
Inmóvil. En el piso decorado.
Me levanto atónita, me paro frente a la ventana.
Seco mis lágrimas.
Deje la manga de la remera decorada.