viernes, 3 de abril de 2009

Pisando Enero


Pasa la noche en vela, fundiéndose dentro del infierno de sus ojos.
Soñando con las nubes que temprano caminaban por arriba de sus melenas.
El viento acariciaba al perro.
Y ella cae muerta, victima de sus manos.
La locura,
La botella
El amanecer
El beso.
Situados en el noreste. Sintiendo el dulce sabor a vida fresca.
Viendo como crecen las olas, queriendo tocar sus dedos.
La sal se apoderaba de sus cuerpos sensibles, atontados.
El espíritu que fluye, la música lejana. Rodeados de lunares vagos, callejeros.
Sus pies dejaron huellas de arena entre las calles de la ciudad rígida.
Huelen el silencio de los edificios. Y las luces disminuyen el brillo estelar.
Las piernas
El beso
Las venas
El deseo.

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