miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sueño a lo Dalí

Abro los ojos y me encuentro sentada a la mesa, merendando.
Pero la leche se ha enfriado y solo veo los envoltorios de las galletitas que no recuerdo haber comido. Miro la hora, las 23.00. ¿Cuánto tiempo lleve lejos?
Recuerdo que el barba era enorme, y me sentaba en su regazo como a Los Simpsons… y por no creer en el me pegaba una patada y yo volaba al espacio… flotaba entre estrellas fugaces y planetas. Creí ver a Laika. Capaz alucine.
Y de pronto, como un meteorito descendí velozmente a la tierra, no se porque estaba envuelta en una bolsa de dormir azul, y rodaba y rodaba, hasta que choque contra algo grande, cuando mire hacia arriba me encontré con unos dinosaurios que pastaban delante de mi cara… uno de ellos me vio cara de hoja, o de hormiga vaya a saber y me comió, pero no sentí ningún dolor ya que no fui masticada, un elemento viscoso, supongo que baba de dinosaurio cubría mi cuerpo. Cerré los ojos y aparecí en la casa de Julio Cortazar… yo era pequeña pequeña. Estaba sentada en la punta de su bolígrafo, que se movía con rapidez cuando de un estornudo me volé por la ventana cual barrilete. Me deposite en el lomo de un perro viejo al que Attaque 77 le llamaba Callejero. Me miro y me dijo… despertate... Luciana despertate...
Soy yo, ¿Qué te pasa? Estas como ida... Luciana... Luciana!!!
Se que es mi hermana pero no puedo contestarle, las palabras no salen de mi boca, y no puedo levantar mis manos.

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