miércoles, 6 de mayo de 2009

Su color, su textura


Hundida en mi propio mundo.
En mi trozo de locura.
Más cerca de Saturno.
Conexión directa desde la Tierra.

Delicioso moño frente al mar.
Vuelvo al ruido. Pero no lo oigo, mis oídos se zambulleron hacia mi sangre,
Solo escuchan el eco de mis propias palabras que rebotan en los labios cerrados.
Fuertes compuertas secas.
Y vuelven contra las paredes del cerebro. Tratan de escapar por donde sea.
Tratan de colarse por entre el cuero cabelludo y salir despedidas cual tobogán por un terreno peludo pajoso. Pero no lo logran.
Palabras, legado de ideas.
Y escucho una voz lejana, la mía.

Camino con mi bicicleta, amigos caminan a mi lado, cada tanto siento un roce, señal que estoy viva.
Absorbida en el silencio conecto con mi bicicleta.
Único elemento al tacto.
Escucho su caminar, su ruido.
Su rueda.
Deposito mi peso en ella, y a su vez llevo mi peso y el suyo.
El caño frío, la textura.

Púrpura, violeta, magenta.

Es hombre? Es mujer? Es humano? Es animal? Es asexuado? Es de este planeta?
Y seguíamos caminando, a la par.
La llevaba de la cabeza,
¿de los cuernos?

Y es asexuado, o hermafrodita tal vez.
Un ser único. Somos el uno para el otro.
Una idea mas grafica: es como Dino de los Picapiedras, pero mas audaz, mas volátil de mente, mas tranquilo por momentos, mas sensual.
Solo su cuerpo se parece un poco, su color, su textura.

La Tierra me llama.

1 comentario:

La de Arena dijo...

Es magnífico leerte. Porque aparte, me repiquetea el ego cuando vuelvo a los texstos de "Luciana anda.." o "para Luciana..", y también "a Luciana..".
Es genial, me encanta.
Aparte te apropias de las palabras con un orgullo que dan ganas de sonreir.
Ya casi nadie hace eso..
Es una lástima.

Yo (Luciana) también amaba a mi bicicleta.. pero se ve ue hay gente que no tiene que comer.. y que las bicis son ricas, o algo así.
La extraño, violeta y con cambios (fucking cambios).
Ahora solo uso la de mi hermano.. azul y playera.
Sin mucha magia.

Cuidate.
Frutibesos!