martes, 8 de abril de 2008

Las noticias del periodico

Ella era todo lo que yo no era.
Me acuerdo del día que la conocí, iba caminando ligero, con una cartera, los lentes de sol en la cabeza, una carpeta en una mano y una botella de agua en la otra cuando choco conmigo.
Yo venia de tomar clases de guitarra como todos los lunes. En fin, nos chocamos y se le callo la carpeta y la botella, la ayude a levantar las hojas y cuando levantamos la cabeza nuestros ojos se miraron fijamente, me pareció que el tiempo se había detenido. Éramos solo ella y yo, su frente sudada, su boca roja pintada, su respiración entrecortada, agitada. nos disculpamos y despedimos.
Aproximadamente un mes después yo estaba sentada en el colectivo cuando subió ella, con su boca roja, sus rulos castaños prolijamente acomodados con los cientos de productos que utiliza, tenia una pollera corta, unas botas altas y un perfume que inundo el colectivo. Yo le cedí mi asiento cual muchacho.
Y en su mirada pareció reconocerme, se negó, ya que una mujer...no tiene porque.
Mi parada había pasado, pero yo quería seguir ahí. Mirándola, admirándola.
Se bajo en una esquina, y yo baje tras ella.
La alcance y le pregunte si era ella la de aquel día. Dijo que lo recordaba como si hubiese sido ayer.
Al despedirnos me sujeto fuerte la mano, me miro y me dijo - ¿me das tu numero de teléfono?- natural como si me estuviese preguntando la hora. Yo nunca pude haberlo hecho y agradezco a sus impulsos todos los días. Se lo di junto con mi nombre, pero estaba en shock y no le pregunte nada.
Esa noche me costo dormir, miraba el celular cada cinco minutos por si llegaba algún mensaje de un numero desconocido, osea el suyo, pero nada.
Alrededor de las cuatro me llega un mensaje, aun estaba despierta. Me invitaba a tomar algo a un bar llamado Milos.
Salí enseguida.
Ella tardo en llegar.
Se apareció perfectamente arreglada, y yo tan así... tan distinta. Y bueno, comenzamos a vernos, a salir, y lo que cualquier pareja hace (risas)
Aun así, siendo ella tan femenina prefirió que fuera yo quien lo tuviera. Extraño, me sorprendió su propuesta, pero por ella daría todo.

Y, ella era...fantástica, una combinación que jamás encontré en otra persona. Dicen que los opuestos se atraen, y están en lo cierto.
Siempre me carga cuando salimos a cenar, dice que las mujeres no somos todas iguales, no todas tardamos una hora en el baño antes de salir.
Un día le pinte las uñas, nunca me reí tanto por algo tan sencillo. Deberían haberla visto, con sus pantalones cargo, la musculosa negra y las uñas de los dedos de los pies rojo furioso.
Cuando la vi con la guitarra colgada supe que era la indicada. Siempre que intente algo fracase. Una sola vez lleve a una pareja a casa, y la presente en casa, fue el día que lo anuncie, pero al poco tiempo me pelee y desde esa cena familiar no volvimos a hablar. Espero que luego de leer esto no me hagan cambiar de apellido, me duele mucho la verdad...
Además de dolerme me da miedo, doy una imagen fuerte pero en el fondo soy muy sensible, y no confío mucho en mi, por eso me encanta estar bajo la protección de ella, es lo contrario a mi, y me encanta. No me anime yo a tenerlo, y ella se ofreció aunque ante los ojos de los demás sea el “otro rol”

Estamos muy contentas.
No, no conocemos al dador, un amigo de ella se había ofrecido, pero como la familia lo conocía, y sus padres se negaban ella prefirió que fuera un desconocido y yo acepte, al ser yo quien lo va a tener, pero me daba igual.

Espero que esto no les caiga como un misil a mis viejos.
No, el papa de ella falleció y su madre lo sabe desde su pre adolescencia ya que no se comportaba como las demás chicas, y no le quedo otra que aceptarlo para poder “ayudarla” y que creciera feliz. Igual no deja de verlo como algo totalmente anormal.
Ya estamos acostumbradas a las miradas de los demás, somos como cualquier pareja que sale a caminar un Domingo de sol. Y en unos días no vamos a ser mas una parejita, vamos a ser una familia.