domingo, 6 de abril de 2008

realidad

Pensar que días atrás se paseaba por el patio del colegio, siempre con las medias muy bajas, la corbata muy floja y la pollera torcida.

Se abre la tapa, luego de varios intentos.
Es muy pesada. enorme y pesada. Huele a viejo.

Ahora ya no es nada, es un cuerpo inerte. No puedo borrar de mi memoria la imagen de su cuerpo blanco, consumido ,su cara contra el suelo. la boca entreabierta.

Es rigurosa, sale velozmente. no vaya a ser que se escapen otros mas. cierra la tapa rápido y todo queda atrás.

Y unos ojos desviados...sus ojos, siempre tan cristalinos estaban aguachentos, descoloridos .Y si se arrepintió fue tarde, no por nada el manchon rojo estaba en la cama y su cuerpo en el suelo.

No hay mas árboles, ni faunos, ni flores, no se ve un solo duende, no se escucha un grillo.

Tal vez si yo hubiese llegado antes, tal vez ella se levanto para ir al baño, e intentar parar la hemorragia pero...pero no pudo

Pocos pasos y ya esta débil, pálida .su brillo no es el mismo y ya no revolotean lucecitas a su alrededor.

No, no creo, no creo ella quería esto. Quería desaparecer.

Es todo extraño. Sus cabellos verdes le pesan. Sus alas parecen secas, como si fueran a partirse, y cuesta su movilidad.

Después de estrellar la botella contra la pared cayo rendida al suelo por el llanto. Rodillas al piso. Los vidrios clavándose. Parecía no sentir dolor alguno.

Se detiene. Toca su rostro, esta mas frío como su alma. Mira sus manos y estaba as duras y desteñidas como su corazón.

Solo desesperación, corazón agitado llanto y baba.

Se arrepiente. Quiere volver. Corre. Pero la tapa esta cerrada. Golpea pero es inútil. Nadie oye. Hace su máximo esfuerzo pero es muy tarde.

El pulso le temblaba, tomo el vidrio verde, lo miro unos segundos. Descubrió su muñeca y cerrando los ojos y apretando los labios temblorosos hundió el objeto cortante. Una, dos, cinco veces. Seria mas rápido. No vaya a ser que...

No tiene fuerzas, y ya lo ve al objeto cortante, flojo, fuerte.

No fue, nadie, interrumpió. Primero gotas, luego correones y a esperar a la cama.

Aparece detrás de ella y comienza su labor. La gran tijera posee una etiquita. Y esta dice REALIDAD.

Su cuerpo supuraba dos líquidos: uno transparente y salado, señal de su existencia,

Un liquido viscoso, turquesa brota por su frágil espalda donde solían estar sus alas. Las cuales yacían en el suelo. Ya no siente dolor, o se acostumbro a este. Ya no importa solo hay que esperar.

Y el otro borravino, el cual finalizaba con esta.

Entonces se encoge en el suelo, se hace un bollito como cuando se cierra un capullo.
Se vuelve gris y luego polvo...ceniza...no es nada.

La mama me dio a mi su mochila, por los libros, solíamos intercambiarlos.
Pero no le dije que encontré irazen en su cartuchera.

1 comentario:

Oly dijo...

Es de mi estilo, fuerte, muy fuerte. hermoso.