viernes, 26 de junio de 2009

Azul, azulado



Tiempo atrás la intuición.
Azul.
Color seductor que nos quiere atrapar.

-No corras que tengo frágil la cartera-
Gritaba, mientras nos escabullíamos de la ciudad.
Adentrando en los arbustos,
camino al mar, azul.

No nos dejemos caer al azul infinito, caminemos por el verde.
Verde Saturno.
No quiero estrellar mi cabeza en las rocas.
No hoy, no ahora.

Mis pies duelen, pero no dejan de avanzar.
Sus pulmones vomitan, pero quieren seguir recibiendo dosis.

Y mi inconciente cumple su promesa.

Sentías lleno tu interior, cual vida dentro del vientre.
Nos miramos, estamos solas vos y yo.
Te conozco más que a mi misma,
Y viceversa.
Nos tomamos de las manos, nos las apretamos.
Nos clavamos las uñas,
Nos arañamos los brazos, los codos, los hombros, y las mismas manos.
Cada vez más intenso, mas profundo,
desgarrador.
Necesitamos sentir al máximo.
Y el dolor nos brinda alivio.

Las extremidades rojas.
Traspasamos ese dolor a las paredes.
Pero lo único que duele ahora son los dedos,
ellas frías inertes, nada sienten.
La pintura queda enredada en nuestras uñas.
Y las escrituras en los azulejos disimulan los rayones.

Los cuerpos se fragmentan,
encajando perfectos con otros que no comparten su piel.

Tu cara que se oculta detrás de mi beso jamás dado.


Planetario Junio 09

No hay comentarios: