sábado, 18 de julio de 2009

Solsticio de luna llena


La nariz chorrea el invierno.
Conversaciones duraderas, alargadas como chicle…
Dilemas redondos, sin principio ni nudo ni desenlace.
El dinero, el tranza, la locura, el auto, los waffles, la distancia mas corta.
Tres muchachas en las hamacas desoladas, nocturnas.
Se enredan en las cadenas y gritan al desenrollarse.
Cantan se elevan.
Un muchacho se atasca en el aro de basket.

Lluvia repentina,
truenos y relámpagos,
rayos y centellas.

Ráfagas de viento. Arena en los ojos.
Estampida. Taza taza.
Una mujer gorda acarrea una jauría.
Paranoia post robo de la Dinocósmica.
Un perro vagabundo, fiel guardián.
Humano de rápidos movimientos, sin orientación, pero con instinto.
Las piernas non stop.
Los linyeras, *108.
Dolor parietal por quema de neuronas
Brazo izquierdo, la vena molesta,
Un encuentro en la sala de análisis.
Un café matutino entre las agujas.
Prostitutas con barbijos.
Chiflido de locos borrachines.
Al doblar la esquina.
La lluvia en el rostro.
Los sentidos acalambrados.
El molesto ruido de bocinas aturde. Erupciona.
Los roces de los cuerpos ponen los pelos de punta.
La sensibilidad erizante.
Un cartel con aerosol rojo de la lucha de los Sin techo.
La fragancia de un limpiabotas se cuela por las fosas nasales.
La mente embebida en deliciosos recuerdos.
Hombres. Hombres. Hombres.
Es el solsticio de luna llena… ¿Se cumplirán las predicciones?
Caras que son puro ojo. Pañuelos coloridos.
Azul y la no creencia en casualidades.
Memoria mastica cerebros.
Y voy llegando,
Carita mojada, la espalda torcida y la mirada turbia.

No hay comentarios: